El abogado riograndense Francisco Giménez analizó la situación de la Justicia luego de una sucesión de escándalos y aseguró que está en estado terminal. Planteó la necesidad de una reforma constitucional que revise la perpetuidad de los cargos y refunde las instituciones de la provincia. Particularmente sobre el caso que investiga al Dr. Andrés Leonelli, dijo que le cree al magistrado y abrió la posibilidad de que intenten perjudicarlo con el extravío de pruebas que demostraban que las fotos pertenecían a una causa en trámite. También cuestionó las instituciones del gobierno, con una superestructura de cargos políticos en manos de “inoperantes” y teñidas de corrupción. Por otro lado, señaló que “en principio tenemos un gobernador preocupado por que salga rápido la reforma y su probable re-reelección. Aprieta a la justicia por los tiempos y se queja de que algunos jueces tienen cajoneados este expediente en particular. Es una buena oportunidad para que Melella les pida que saquen del cajón de alguno de los jueces del Superior Tribunal su causa que hace siete años está sin posibilidad alguna de que se resuelva, para que sea sobreseído o vaya a juicio oral”.
Río Grande.- El Dr. Francisco Giménez analizó en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia la situación de la Justicia provincial y afirmó que está en estado terminal. Abogó por una reforma constitucional que revise la perpetuidad de los cargos para que los magistrados tengan que revalidar ante la sociedad su desempeño.
En lo que respecta al juez Andrés Leonelli, dijo que le cree al magistrado. “Es un juez joven, honesto, trabajador, una persona joven. Le creo a él y a su defensor, el Dr. Gustavo Ariznavarreta, y creo que todo esto es un malentendido, producto de llevarse trabajo personal a su casa. Yo le creo hasta que me demuestren lo contrario, porque lo conozco a él y a su abogado”, señaló.
Consultado sobre la pérdida de pruebas, consideró que “no es raro, porque pasa. En la causa de Agustina Varela la justicia perdió todas las pruebas patológicas de los órganos de la víctima. Algo que no se puede perder, lo perdieron. Siguen perdiendo cosas y a veces por inoperancia terminan quemadas. Yo no me animo a decir que en este caso hubo intención de encubrir a alguien o perjudicar a alguien y, si se perdieron fotos que se tramitaban en una causa penal, el único perjudicado es el imputado. Si esto fue intencional, habría que preguntar quién quiere perjudicar al juez Leonelli y está motorizando esta causa”, expresó.
Justicia desbocada
En un análisis general del Poder Judicial, sostuvo que “es preocupante es la situación de la Justicia, que se ha venido degradando. En los últimos años se ha acelerado un grave deterioro del Poder Judicial y pareciera un carruaje donde están todos los caballos desbocados. Nadie se anima a pararlos. El gobierno provincial no tiene política judicial y deja hacer”.
“En esta instancia vemos un espectáculo bizarro, donde se tiran carpetazos y lo peor de la política se ha metido a la justicia. Hay jueces que se han puesto a jugar a la política sin saber cómo se juega”, opinó.
Se le preguntó cómo revertir esto y respondió que “en principio tenemos un gobernador preocupado por que salga rápido la reforma y su probable re-reelección. Aprieta a la justicia por los tiempos y se queja de que algunos jueces tienen cajoneados este expediente en particular. Es una buena oportunidad para que Melella les pida que saquen del cajón de alguno de los jueces del Superior Tribunal su causa de abuso sexual, que hace siete años está sin posibilidad alguna de que se resuelva, para que sea sobreseído o vaya a juicio oral”.
“Tenemos que tener una clase dirigente capaz de solucionar este estado terminal de la Justicia. Si sale la reforma constitucional, es una magnífica oportunidad que tenemos todos los fueguinos para debatir qué Poder Judicial queremos. Estamos hablando de una corporación en donde lamentablemente son noticia por algunos. No tenemos Ministro de Justicia y no hay un gobierno provincial que marque una agenda judicial. La convención constituyente debería empezar de cero con el Poder Judicial, entre otras instituciones, porque el estado de la Justicia es terminal”, definió.
“Todos sabemos quién va a ser designado antes de los concursos y, de hecho, muchos se van bajando cuando ven cómo viene la mano. Entra el amigo de, o el que tiene padrino, y la clase política se reparte los cargos. No hay un examen de antecedentes y oposición serio, porque es un mamarracho el examen que toman. Corrige gente que no es abogado, nadie sabe las notas, no hay un psicofísico serio. Los concursos de los jueces son una puesta en escena para darle una apariencia de legalidad o transparencia”, manifestó.
“Si se sigue adelante con el proceso de la reforma, la Legislatura debería ampliar el temario de artículos a reformar e incluir todo el capítulo de la Justicia, o bien la convención constituyente se debería declarar soberana y mirar todo, no solamente la Fiscalía de Estado o el Tribunal de Cuentas. Deberíamos rever seriamente la designación de jueces a perpetuidad”, propició.
“La Constitución ha demostrado que ha fracasado. El mejor legado que podemos dejar es derribar todas las instituciones y crear nuevas. Esto significa arrasar con todo, tener jueces que tengan cinco o seis años de mandato y renueven sus pergaminos ante un Consejo de la Magistratura donde la política no tenga injerencia. Se ha demostrado fácticamente que tener cargos perpetuos no garantiza independencia ni eficiencia judicial”, aseguró.
“El Poder Judicial tiene el mismo presupuesto que un municipio y el 95% se lo llevan los sueldos. Le cuestionamos cosas evidentes a la clase política y no se las cuestionamos al Poder Judicial. ¿Qué pasaría si viene un intendente y nombra a la esposa, a los hijos, a la nuera, con planta permanente y con vacaciones de 60 días? ¿Por qué no podemos someter al Poder Judicial a esas críticas?”, se preguntó.
“Tenemos que empezar a desmitificar el concepto de jueces, porque son funcionarios públicos y tienen que rendir cuentas de sus actos. El Tribunal de Justicia tiene una superestructura de prensa que lo único que hace es tuitear, sacar algo en Facebook y de vez en cuando sacar una foto cuando alguien está en un congreso”, criticó.
Afirmó que “en las democracias más avanzadas del mundo se está discutiendo la estabilidad de los jueces. Si tuvieran que revalidar su cargo, tendríamos otra clase de Justicia. La estabilidad conspira con tener otra clase de magistrados”, aseveró.
“Lamentablemente la gente toma conciencia del Poder Judicial cuando le toca ser víctima, ser imputado, tener una causa de familia o pelear por una indemnización. Tenemos un par de jueces jóvenes que han demostrado que pueden trabajar y en seis meses o un año sacar una sentencia de juicio laboral. Son jueces que hacen tres o cuatro audiencias por día, que conocen a la víctima, al imputado, al trabajador que va a reclamar su indemnización. Teniendo la misma estructura, otros jueces demoran cinco años y el Poder Judicial no hace nada. A nadie le llama la atención que un juez tenga un emprendimiento inmobiliario. Uno siente impotencia”, expresó.
Inoperancia y corrupción
Por otra parte, se refirió a distintas estructuras del Estado, que considera en manos de inoperantes y corruptos. “Terra Ignis es un antro de corrupción. El Estado manda millones sin aportes de capital y lo anotan en una libreta de carnicero. Nadie sabe qué hace la empresa más allá de pagar sueldos. Tendrían que estar hace rato en cana o con una imputación judicial”, disparó.
“La OSEF paga sobreprecios y hay tipos millonarios, lo mismo en el Ministerio de Obras Públicas. A los fiscales los han puesto nada más que a investigar delitos de género. Tienen una superestructura creada para investigar abusos sexuales, en una provincia donde están dejando tierra arrasada en términos de corrupción. Nadie investiga nada porque no tienen una bajada de línea y hacen la plancha”, dijo.
“Toda la clase política de la provincia y mucha de la clase empresaria de la Patria contratista se han hecho millonarios y no hay nadie en cana”, cuestionó.
De los gobiernos que han pasado por la provincia, se detuvo en el de Fabiana Ríos, que fue una gran “decepción moral”. “Creo que fue lo peor y es un caso de estudio. La rendición que tuvo Fabiana Ríos de sus postulados morales en el ejercicio de la gobernación, ha sido un caso de estudio. Si hubiera hecho todo mal como lo hizo, pero seguía manteniendo sus banderas morales, bueno, pero tuvo dos gestiones y, viendo lo que pasó antes y después de la gestión Bertone, deberíamos poner en valor la gestión Bertone. El IPAUSS estaba funcionando, dejó dos obras que Melella no terminó. No quiero ponerme a defender a Bertone pero tendríamos que poner en valor su gestión. Lo que pasó es que los empleados públicos querían flan y hoy no tienen ni flan, ni salud, ni educación”, sentenció.
“Estos dos años de Melella van a ser larguísimos, por eso hay que barajar y dar todo de nuevo con la reforma. Refundar la provincia institucionalmente es una obligación que tenemos todos nosotros como generación. Una reforma constitucional no debería durar más de un mes, y sacar una nueva Constitución para empezar de nuevo. Esto renovaría la clase política”, confió.
“Hoy en la provincia no existe juicio político, no existe juicio de residencia, la Justicia no funciona, el Tribunal de Cuentas tampoco funciona. En la Justicia Federal por lo menos algunos van en cana. Está presa una ex presidente de la nación por corrupción y es la primera condena que tiene de las que se vienen. Está preso De Vido, Lázaro Báez. Con todos sus defectos, la justicia nacional está metiendo en cana a muchos y embargando los bienes. Ni siquiera imaginamos que esto pueda ocurrir en Tierra del Fuego. Entre los problemas de Tierra del Fuego, más allá de la inoperancia, está la inhabilidad moral de nuestros dirigentes, porque llega gente a ser ministro y ponen hoteles, gimnasios o constructoras. El problema que tenemos, más allá de la gestión, es la corrupción. Tenemos una planta política sobredimensionada y hay que ver lo que están gastando en la Agencia de Innovación. Hay que ver los alquileres que paga la provincia en otro lado, los municipios en otro lado, la Legislatura en otro lado”, dijo.
“El que venga lamentablemente va a tener que tomar decisiones duras. Tenemos un IPV que no hace viviendas y no sé para qué está. Tenemos una Dirección Provincial de Vialidad que no hace caminos. Con el IPRA debe ser el único caso que en juego no da ganancias. Tenemos una Dirección Provincial de Energía sin energía. El INFUETUR es una agencia de viajes que se va a promocionar Ushuaia a Hong Kong con todo pago, cuando Ushuaia se promociona sola. Tendrían que ir a promocionar Río Grande”, consideró.
Entre los motivos de este escenario, señaló que “los fueguinos no han querido seguir bancando gobiernos que significan un ajuste, pasó con Manfredotti que estuvo cuatro años, con Rosana Bertone, que le dejó una Ferrari a este gobierno y la chocó. Hablan del Estado presente y la gente huye de la educación pública. Los policías votaron en masa a Melella con la promesa de tener otro poder adquisitivo y hay que ver lo sueldos que tienen. No es porque no hay plata, porque plata sobra en Tierra del Fuego. No tenemos comisarías, no tenemos patrulleros, no tenemos Servicio Penitenciario, no tenemos hospital, que trae tres médicos itinerantes a la guardia. En el hospital hay más empleados que médicos y antes la proporción era uno a uno, y Melella no se preocupa por la salud porque salen los intendentes en auxilio”, concluyó.

