El secretario y fundador de la Fundación FINNOVA, Alejandro Pagano Zavalía, dio detalles del proyecto que se prevé presentar con un diagnóstico de la situación y propuestas concretas para motorizar el desarrollo de actividades vinculadas con servicios a la Antártica, que no pasan solamente por el turismo. Se apunta a la competitividad, teniendo en cuenta los avances de Chile y de otros países que no están beneficiados por la cercanía, como es el caso de Ushuaia. Se firmó una carta de intención con diferentes actores vinculados con la actividad, que participarán de la elaboración del proyecto.
Río Grande.- El Dr. Alejandro Pagano Zavalía, secretario y fundador de la Fundación FINNOVA, explicó por Radio Provincia los alcances y objetivos del proyecto en elaboración vinculado con el desarrollo de servicios a la Antártida, que fue el eje de la carta de intención firmada con actores del sector privado.
Ante todo, planteó que “Ushuaia es una de las cinco puertas naturales de acceso a la Antártida, entre 193 países que están reconocidos por la ONU. En los inicios de la provincia, la Legislatura sancionó una ley para generar a Ushuaia como la puerta óptima de entrada a la Antártida. Ser una de las cinco puertas es una cuestión de accidente geográfico y no hay ningún mérito en eso, pero sí generar que esa puerta sea la óptima. En esto entramos en un análisis de competitividad con otros países que han estado haciendo trabajos, como Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica, porque hay varios países que, si bien no están geográficamente favorecidos, desde hace muchos años tienen políticas públicas estables que no cambian con cada gobierno y han logrado establecerse como gateways óptimas para toda la actividad. Entre esos trabajos está la actividad científica”.
Respecto de la carta de intención, indicó que “lo que hemos logrado desde la Fundación es nuclear a diversos referentes del sector que trabajan con la Antártida, no solamente con el turismo antártico, porque los cruceros antárticos son una parte de lo que se genera por divisas. Lo que genera mayor cantidad de divisas o de negocios y crecimiento, con el empleo que trae asociado, es la investigación antártica. Hay una actividad científica, académica y es el mercado que se ha tenido en cuenta principalmente para desarrollar las políticas antárticas en los países que vienen trabajando hace mucho tiempo”, explicó.
“Desde FINNOVA lo que queremos es trabajar en conjunto y generar conciencia en la sociedad y en los políticos con posición de poder para adoptar decisiones, y generar crecimiento desde Ushuaia. La fundación está trabajando en un gran proyecto que tiene distintas aristas, una de ellas es el análisis de competitividad. Nuestro trabajo es el estudio de la realidad y el diseño de políticas públicas, y es importante detectar cuáles son las aristas que han estado trabajando otros países para ver en qué podemos ser competitivos”, expresó.
“Ese análisis tiene distintas patas, la normativa, la logística, y en eso estamos trabajando para generar un clúster donde esté todo el sector privado asociado a este mercado y se puedan plantear las dificultades y necesidades. En este clúster tenemos científicos, gente que ha estado en más de 10 ó 20 campañas polares con diferentes países, que conocen el paño. Yo particularmente estoy coordinando el equipo jurídico para detectar áreas de vacancia o superposición normativa y ver dónde falta regular o si hay que suprimir alguna norma para que tenga menos trabas el que presta servicios”, detalló.
El objetivo es “trabajar juntos para poder llevar el proyecto a la gente que está ejerciendo cargos y plantearles que existe las leyes provinciales, el tratado antártico, la ley de provincialización, donde se han plasmado políticas claras direccionada a generar a Ushuaia como una puerta óptima para el crecimiento, la riqueza y el trabajo”, dijo.
Destacó el aporte de Daniel Leguizamón como jefe de proyecto, por su conocimiento de la Antártida y su aporte al haber llevado científicos del CADIC a trabajar en el proyecto.
Observó que “hay muchas cosas que no viene haciendo la política y por eso nos han pasado para arriba otros países, como Chile. Punta Arenas hoy está generando ingresos por más de 80 millones de dólares y nosotros hemos quedado rezagados. Incluso en Puerto Williams ya se están generando vuelos internacionales hacia el continente antártico en la base que tiene Chile, que les presta servicios a 23 países. Es decir que hay 23 países que vienen a la Antártida y requieren servicios de logística, de alimentación, de maquinaria, y todo se lo piden a Chile, porque por Ushuaia no pasa nada de todo eso”.
“Hay un tema que siempre lo resalta el presidente de la Fundación, Ramiro Requejado, cada vez que salimos en los medios: acá no hay una cuestión de animosidad con la política. Desde la fundación estamos convencidos de que debe haber una interacción entre sector público y el privado, para sacar el mayor potencial de nuestra provincia. Hoy Chile está trabajando en la construcción de un centro antártico en Punta Arenas de cien millones de dólares, la línea aérea chilena está generando ingresos millonarios en dólares, porque tienen una frecuencia de vuelos que es infernal”, manifestó.
Como contraposición, “nosotros hemos quedado rezagados por desidia y por burocracia. Hoy la política antártica de Argentina se maneja desde Buenos Aires, teniendo en cuenta que la Antártida es parte de Tierra del Fuego. La política antártica es netamente unitaria y centralista y debería manejarse desde Tierra del Fuego y particularmente desde Ushuaia porque es la capital”, subrayó.
“Tenemos que empezar a mostrarle los dientes al gobierno nacional y retomar las riendas, para empezar a tomar decisiones que nos pongan entre los primeros países que desarrollan este mercado que genera crecimiento y empleo permanente”, instó.
Advirtió que “Puerto Williams está logrando un gran desarrollo y en cualquier momento nos van a sacar el lema del Fin del Mundo, mientras que el acceso a Almanza es todo un tema. Se estaba por hacer la ruta costera y quedó en nada por cuestiones ambientales. Hay que preservar el medio ambiente, pero tiene que haber un punto de equilibrio para lograr la explotación racional de los recursos naturales”, propició, y en esto enmarcó también el desarrollo de la acuitultura.
“Desde la fundación sostenemos que hay mucho por hacer y uno de los puntos fundamentales es la defensa de la ley 19640. El régimen es muy beneficioso para la isla y el año pasado hicimos un congreso sobre la ley como motor de desarrollo y trajimos referentes internacionales. La isla está para muchísimo más. Tierra del Fuego podría ser Luxemburgo, el primer mundo, y no estamos aprovechando lo que tenemos por ley. Ushuaia tiene un serio problema con la energía y estamos trabajando con actores del sector privado en un estudio sobre la crisis energética”, apuntó.
“También los equipos técnicos de FINNOVA están trabajando en la ampliación del ejido urbano, en la reforma constitucional que se quiere implementar y en la actividad turística internacional, porque hay gente parando en hoteles que no tienen electricidad. Lo hacemos a pulmón, con el apoyo de nuestros benefactores, porque no recibimos otros fondos más que de los actores del sector privado. Estamos trabajando en estos proyectos para poder sentar posición y, si en algún momento se nos cita, poder poner palabra en eso”, confió.
“El dato mata el relato y la fundación precisamente nace porque estos temas no pasaban de ser una mesa de café. Esto ya no puede ser una charla de café, sino que tiene que ser algo que esté acreditado, estudiado y diagnosticado. Hay que sentarse con el gobernador y con los intendentes y plantear por qué se está fallando”, expuso.
“Nosotros tenemos el diálogo abierto, con algunos más que con otros. En todos los congresos que hemos organizado los hemos invitado. Al congreso sobre motor de desarrollo asistió gente del gobierno y el propio intendente Martín Pérez, porque se hizo en Río Grande. También asistieron legisladores y nosotros tratamos de participar a todos. FINNOVA lo que hace es estudiar la realidad y brindar los elementos para que nuestros gobernantes puedan tomar las mejores decisiones”, definió.
Asimismo, dio cuenta de las problemáticas que les plantea la gente en forma constante, que hacen de Ushuaia una ciudad “que no es accesible”, como el estado de las veredas y del pavimento. “Tampoco hubo una política de desarrollo acorde a una ciudad turística, por las fachadas de las casas, los cables aéreos que se podrían haber soterrado. Muchos comerciantes plantean que los inspectores les cuestionan que no tengan la rampa para discapacitados o baños para discapacitados en la planta baja, pero tienen que arreglar las veredas. Va a llevar tiempo hasta que se tome conciencia de eso, pero hay que empezar. Desde la fundación tratamos de aportar, de generar conciencia y colaborar, porque entendemos que la iniciativa privada es lo que impulsa los cambios más transformadores”, concluyó.