Con la cesión oficial de áreas hidrocarburíferas de YPF a la provincia, Gustavo Melella da un paso estratégico que combina pragmatismo económico y afirmación política. El gobernador apuesta a fortalecer Terra Ignis, abrir el juego a capitales internacionales —incluidos los chinos— y marcar distancia de la lógica centralista del Gobierno nacional. Pero el movimiento, aunque audaz, abre interrogantes sobre capacidad técnica, alianzas empresariales y el equilibrio entre autonomía y dependencia global. Río Grande.- El traspaso de áreas de YPF a Terra Ignis marca un quiebre en la relación entre Nación y provincia. Melella combina pragmatismo y soberanía, apuesta a reactivar pozos maduros, atraer inversión extranjera y fortalecer la industria local. Pero el movimiento, audaz, lo expone a tensiones geopolíticas y
Leer más

