El presidente de la Cámara de la Construcción de Tierra del Fuego, Daniel Noval, describió un panorama “complejo y preocupante” para el sector en la provincia, marcado por la paralización de obras con fondos nacionales, la desaceleración del plan de viviendas del IPV y la reconversión forzada de varias empresas para sobrevivir ante la falta de obra pública.
Río Grande.- En dialogo con el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia, Noval trazó un diagnóstico preciso sobre el presente y futuro inmediato del rubro en un contexto en el que, advirtió, no se esperan nuevos llamados licitatorios por parte de Nación, al menos en los próximos dos años.
Una temporada que comienza con el mismo escenario: sin obra pública y con la privada como único sostén
Consultado sobre cómo inicia la temporada de construcción en la provincia, Noval aseguró que el panorama “es muy parecido al de meses anteriores, en Ushuaia, dijo, la obra privada mantiene cierto movimiento, aunque lejos del ritmo de uno o dos años atrás”.
“El municipio sigue entregando permisos y eso permite que haya trabajo, pero la obra privada no puede absorber lo que no hace la obra pública”, remarcó.
En Río Grande, admitió, la situación es “distinta y el movimiento es aún menor”.
A esto se suma la problemática de la entrega de terrenos sin servicios en Ushuaia, lo que complejiza la planificación urbana y obliga a los desarrolladores a trabajar sobre lotes que no están en condiciones adecuadas.
Al respecto manifestó que “la necesidad de vivienda lleva a la gente a construir igual, pero no es lo que corresponde, no es la forma adecuada”, señaló.
Viviendas del IPV: obras ralentizadas, sin nuevos llamados y con financiamiento que no alcanza
Uno de los ejes más críticos planteados por Noval es la situación de las 414 viviendas que el IPV tiene en ejecución entre Ushuaia y Río Grande.
El dirigente explicó que “estas obras siguen en marcha a un ritmo muy lento, solventadas únicamente con fondos propios del IPV provenientes del FONAVI, lo que resulta claramente insuficiente para avanzar al ritmo esperado”.
Según anticipó, “no habrá nuevas licitaciones de viviendas al menos durante los próximos dos años, debido a la ausencia total de fondos nacionales para este fin”, dijo, al tiempo que agregó que “viviendas nuevas no va a haber, por lo menos por el período que viene, el panorama nacional es claro y no se ven señales de reactivación”, remarcó.
Noval confirmó que “se acordó con el IPV continuar con las obras actuales a media máquina, priorizando evitar la paralización total para que las estructuras no se deterioren”.
Si este cronograma se cumple, estiman llegar a fines de 2026 con un “avance global del 80% o 85%, sin embargo, advirtió que obras que estaban previstas para completarse en 15 meses terminarán llevando casi cinco años, por el corte de financiamiento nacional”.
“Las empezamos en 2022 y vamos a terminar en 2027. Es muchísimo tiempo, sobre todo hablando de viviendas, que son tan necesarias”, afirmó.
Obras nacionales: centros de formación profesional y otros proyectos que esperan por el anticipo financiero
Noval se refirió también a las obras de los centros de formación profesional en Ushuaia, Río Grande y Tolhuin, para lo cual señaló que “estas obras, financiadas con fondos nacionales y paralizadas tiempo atrás, lograron reactivarse administrativamente, las empresas cumplieron con toda la documentación, avanzaron en la instalación de obra y están listas para comenzar”.
Sin embargo, dijo que “falta el anticipo financiero, que aún no se ha liberado y las empresas están esperando para cargar el anticipo. Tiene que ser lo más rápido posible, porque sabemos que a partir del otoño el trabajo merma y después se frenan los avances”, explicó.
En cuanto a obras más grandes, como los hospitales de Ushuaia y Río Grande, o la refacción de la Caja de Previsión, explicó que “la documentación está avanzada y los fondos comprometidos, en el caso de la Caja, detalló que son alrededor de 6.200 millones de pesos y que no están en riesgo”.
¿Cómo se refinancia la deuda si Nación no envía fondos?
Ante la consulta sobre cómo se reorganiza la deuda de obras que estaban bajo financiamiento nacional, Noval recordó que “hubo un proceso de renegociación en 2022, cuando la inflación había superado por completo la estructura de costos original”.
Aclaró que “las obras actualmente están actualizadas en valores, pero falta el flujo de inversión necesario para acelerarlas”.
Además, agregó que “el problema no es tanto el precio de la obra, sino que no hay un flujo de fondos que permita avanzar, entonces, tiempos que eran de un año y medio terminan siendo de cuatro o cinco años”, señaló.
Empresas que se reconvierten para sobrevivir: autoinversión y proyectos propios
El titular de la Cámara confirmó que “hoy son 21 las empresas asociadas, aunque hay más firmas trabajando en el sector privado, pero muchas atraviesan una situación extremadamente compleja”.
En este sentido, expuso que “varias empresas tuvieron que reconvertirse para evitar despidos masivos y sostener su plantel, la salida encontrada por algunos fue apostar a proyectos propios, volcándose a la autoinversión y desarrollos inmobiliarios destinados a la venta directa”.
Al mismo tiempo, sostuvo que “muchos colegas empezaron a hacer obras propias para ocupar la mano de obra que tienen y generar algún ingreso”, detalló.
En cambio, agregó que “otras compañías frenaron su producción y se enfocaron en otras actividades comerciales de sus dueños”.
El común denominador, remarcó, es que “todos hacen un esfuerzo enorme para sostener el personal, aunque muchos trabajadores, especialmente los provenientes de otras provincias, están regresando a sus lugares de origen al no encontrar oportunidades laborales”.
Diálogo con la UOCRA y preocupación por la pérdida de mano de obra
Noval reconoció que “mantienen conversaciones con el secretario de la UOCRA, Julio Ramírez, y que comparten la preocupación por la pérdida de mano de obra calificada”.
Asimismo, dijo que “muchos vienen, recorren, ven que las obras privadas ya tienen el personal ocupado y se vuelven, Tierra del Fuego siempre fue una provincia con mucha obra pública, y hoy el panorama es totalmente distinto”, lamentó.
La búsqueda de soluciones: esquemas público-privados e iniciativas alternativas
Uno de los caminos explorados es retomar mecanismos de financiamiento mixto, público-privado, como los que funcionaron en Río Grande y Tolhuin en años anteriores.
Noval confirmó que “el IPV está en conversaciones con empresas y bancos para explorar alternativas, incluyendo la posibilidad de entregar algunas viviendas en obra a familias que pueden pagar cuotas, generando ingresos destinados a financiar la finalización”.
“Hay herramientas legales para ajustar cuotas y adecuarlas a la realidad financiera. El IPV
tiene experiencia en esto, pero falta financiamiento, una cosa lleva a la otra”, explicó.
Un final abierto: más incertidumbre que certezas
Noval dejó en claro que “la provincia necesita obra pública y la falta de inversiones nacionales está dejando consecuencias profundas en el sector”, dijo, al tiempo que agregó que “el 2026 será un año muy similar al actual”.
Finalmente sostuvo que “aunque el panorama es muy complejo, seguimos apostando a terminar las obras en marcha, somos empresas radicadas en la provincia, hace más de 40 años trabajamos acá y vamos a seguir haciéndolo”, afirmó.

