El legislador justicialista Juan Carlos Pino advirtió que frenar la ampliación del ejido urbano profundiza la exclusión y beneficia la especulación inmobiliaria y defendió la ampliación del ejido urbano al sostener que “el crecimiento de la ciudad debe abordarse desde la planificación, la emergencia habitacional y el rol activo del Estado”.
Ushuaia.- El legislador del PJ Juan Carlos Pino fijó postura y puso el foco en la emergencia habitacional, el rol del Estado y los intereses que atraviesan la discusión y el debate por la ampliación del ejido urbano en Ushuaia.
La discusión por la ampliación del ejido urbano de Ushuaia volvió a ocupar un lugar central en la agenda política fueguina y expuso, una vez más, las tensiones de fondo que atraviesan el crecimiento de la ciudad más austral del país.
En ese marco, el legislador provincial del Partido Justicialista, Juan Carlos Pino, tomó posición pública en una extensa entrevista brindada a Radio Provincia, donde defendió la “necesidad de abordar el tema desde una mirada integral, con eje en la crisis habitacional, la planificación urbana y el rol indelegable del Estado”.
Lejos de reducir el debate a una discusión técnica o cartográfica, Pino planteó que “la ampliación del ejido urbano debe ser entendida como una decisión política estructural, que define quiénes acceden a la tierra, con qué criterios se ordena el crecimiento y a qué intereses responde el proceso de expansión de Ushuaia”.
El punto de partida: la emergencia habitacional
Uno de los ejes centrales de la postura del legislador justicialista es el déficit habitacional crónico que atraviesa la capital fueguina y al respecto remarcó que “cualquier discusión sobre ejido urbano está íntimamente ligada a la realidad de miles de familias que hoy no pueden acceder a un lote, a una vivienda o a un alquiler en condiciones dignas”.
En ese sentido, no fue casual que, en paralelo al tratamiento legislativo del tema, Pino mantuviera reuniones con “vecinos y con la Asociación de Inquilinos, actores a los que considera claves para comprender la dimensión social del problema”.
Para el legislador, la “presión demográfica, el crecimiento sostenido de la población y la falta histórica de suelo urbano disponible explican buena parte de la crisis actual”.
“Hablar de ejido urbano es hablar de vivienda”, es la síntesis que atraviesa su mirada. Desde esa lógica, Pino cuestiona las posturas que se “oponen de manera cerrada a cualquier ampliación sin ofrecer alternativas concretas para resolver la demanda habitacional”.
Ampliar, pero con planificación
Pino dejó en claro que “no se trata de avanzar en una expansión descontrolada ni de habilitar nuevos negocios inmobiliarios”, dijo.
Por el contrario, sostuvo que “la ampliación del ejido debe estar acompañada por criterios de planificación, ordenamiento territorial y preservación ambiental”.
El legislador advirtió que “Ushuaia arrastra décadas de crecimiento desordenado, con asentamientos informales, barrios sin servicios y una fuerte presión sobre áreas sensibles”. Para evitar repetir esos errores, consideró indispensable que “el Estado provincial y el municipio definan un esquema claro de urbanización, infraestructura y acceso equitativo a la tierra”.
En ese marco, Pino marcó diferencias con sectores que buscan congelar la ciudad dentro de los límites actuales, una postura que “termina beneficiando a quienes ya concentran tierra urbana y especulan con su valor, profundizando la exclusión de quienes quedan fuera del mercado”.
Tierra, poder y disputa política
Otro de los puntos más contundentes de la intervención de Pino fue su lectura política del conflicto, para lo cual, para el legislador del PJ, detrás del debate por el ejido urbano se “esconden intereses económicos y disputas de poder que no siempre se explicitan en el discurso público”.
Sin mencionarlos directamente, Pino dejó entrever que “existen sectores que utilizan la bandera ambiental o la defensa del paisaje como argumento para bloquear cualquier ampliación, mientras en los hechos sostienen un modelo de ciudad excluyente, con tierra escasa y cara”.
Desde su perspectiva, la falta de suelo urbano disponible no “es una casualidad, sino el resultado de decisiones políticas acumuladas que favorecieron la especulación y limitaron la capacidad del Estado para intervenir de manera activa en el mercado de tierras”.
El rol del Estado y la Legislatura
En su análisis, Pino reivindicó el “rol de la Legislatura provincial como ámbito donde deben darse estos debates de fondo, con información, estudios técnicos y participación de los distintos actores sociales”.
Al mismo tiempo, llamó a “evitar discusiones apresuradas o decisiones tomadas de espaldas a la comunidad”.
El legislador sostuvo que “la ampliación del ejido urbano debe ser parte de una política pública integral, que incluya planes de vivienda, acceso a servicios, transporte, infraestructura y protección de áreas estratégicas, sin ese abordaje, advirtió, cualquier decisión quedará incompleta y expuesta a conflictos futuros”.
Ushuaia ante una decisión clave
La postura de Juan Carlos Pino se inscribe en un momento clave para Ushuaia, donde la ciudad enfrenta límites físicos, ambientales y sociales cada vez más evidentes, mientras la demanda de tierra y vivienda sigue creciendo. En ese contexto, el debate por el ejido urbano funciona como una síntesis de problemas más profundos como lo es la desigualdad, falta de planificación y tensiones entre desarrollo y conservación.)
Por último, el legislador del PJ dejó en claro que “apuesta a dar el debate desde una mirada política y social, aun sabiendo que se trata de un tema incómodo y atravesado por intereses contrapuestos, por lo cual, la ampliación del ejido urbano no es un fin en sí mismo, sino una herramienta posible para empezar a ordenar el crecimiento de Ushuaia y garantizar un derecho básico que hoy está en crisis como el acceso a la tierra y a la vivienda”, concluyó Pino.

