El integrante de la Cámara de Transporte de Tierra del Fuego, Darío Loreto, advirtió sobre el fuerte impacto del decreto 333 en los costos logísticos y la falta de respuestas por parte del Gobierno Nacional. A la preocupación por la apertura de importaciones, se suma el deterioro de las rutas y el encarecimiento de insumos, lo que pone en jaque la competitividad fueguina. “Nos exigen bajar costos, pero nadie garantiza condiciones”, cuestionó Loreto. Por otro lado, también hizo hincapié en el deterioro generalizado en el estado de las rutas y la falta de mantenimiento, señalando que “la Ruta 3 está en muy mal estado. Cuando agarrás Santa Fe o la provincia de Buenos Aires, hay lugares que son intransitables. Acá en Tierra del Fuego, la ruta de Tolhuin, en el tramo del Valdez, tiene unos baches terribles. En un país serio y responsable esto no puede pasar”.
Río Grande. – El impacto del decreto N° 333 y la falta de respuestas concretas por parte del Gobierno Nacional siguen generando preocupación entre los actores productivos de Tierra del Fuego. En este marco, el integrante de la Cámara de Transporte de Tierra del Fuego, Darío Loreto, explicó en diálogo con FM Isla cómo afecta la coyuntura actual a la logística local y nacional.
“Hace tiempo que venimos con incertidumbre por las medidas del Gobierno Nacional. Nos exigen ser competitivos, más baratos, y todavía estamos peleando contra algo que es muy difícil. Si bien algunos sectores se pueden acomodar, hay otros que no tienen el mismo feedback”, explicó Loreto.
Asimismo, añadió que “la realidad es que se nos hace bastante cuesta arriba. Hablo del transporte a nivel nacional, no solo en Tierra del Fuego. Está todo muy caro, y uno habla con colegas de países vecinos y la diferencia de precios es muy notoria. Mismo nosotros, cuando viajamos a Chile, vemos los precios”.
Consultado sobre cómo continuó el vínculo con las industrias luego del decreto, comentó: “Me llamaron y me preguntaron qué podía hacer para bajar los costos del transporte. Las cubiertas están a un precio ridículo, los recambios, el combustible, todo suma a una cadena de insumos muy costosa. Los camiones están entre un 30 o 40% más caros que en otros países vecinos. Son un montón de cosas que suman”.
Además, explicó que el sistema de trabajo con las industrias se basa en el concepto de “open book”: “Trabajamos siempre así, le mostramos los costos al cliente y lo único que negociamos es la rentabilidad. Ahora hay que ver cómo se aplican los nuevos mecanismos con la apertura de importaciones”.
Respecto a la merma de actividad, indicó que fue muy evidente a comienzos de año. “A principio de año se notó una merma, luego las industrias empezaron a importar en mayo y se produjo un cuello de botella. La realidad es que el laburo es aleatorio. No hay nadie que te garantice trabajo”, lamentó.
También se refirió a la falta de visión estratégica de las autoridades nacionales sobre la importancia de Tierra del Fuego: “No hablo solo de este gobierno ni del anterior. Creo que, lamentablemente, la política no entiende cuál es el fin de nuestra ley. Esta ley también está en Manaos, y hay que entender lo que significa. Si no lo mirás desde lo geopolítico y estratégico, es muy difícil. La gente tiene que entender la importancia que tiene Tierra del Fuego en el país. Acá se hace patria en serio y hay mano de obra genuina”.
Falta de obra pública en las rutas
En cuanto al estado de las rutas, hizo hincapié en el deterioro generalizado y la falta de mantenimiento. “La Ruta 3 está en muy mal estado. Cuando agarrás Santa Fe o la provincia de Buenos Aires, hay lugares que son intransitables. Acá en Tierra del Fuego, la ruta de Tolhuin, en el tramo del Valdez, tiene unos baches terribles. En un país serio y responsable esto no puede pasar. Somos transporte-dependientes y esto nos afecta directamente. Me piden que baje el costo, pero estos baches deterioran el transporte”.
En este sentido, criticó el “vacío político” que perciben en la dirigencia fueguina. “Cuando hablás de estos temas, aunque sea informalmente, con la provincia, te dicen que nuestras rutas están atendidas, pero las rutas nacionales no. Es un escenario complejo, y a nivel nacional no toman dimensión de la problemática del transporte”.
Finalmente, remarcó que “ningún transporte puede poner su propio precio. A veces sentimos que nos subestiman, nos apartan e incluso que abusan de la necesidad”. Sin embargo, rescató la labor de los trabajadores: “Más allá de todo el vacío político, los trabajadores de Vialidad Provincial, los que están arriba de las máquinas, siempre están. Hay que tener conciencia de que abajo hay gente buena y trabajadora”.