El representante del gremio de los trabajadores del Puerto, Adrián Bleuer, advirtió sobre el impacto negativo en la actividad turística y económica del Puerto de Ushuaia, a partir de las obras que tenían proyectadas con los fondos de reserva que fueron destinados a la OSEF. Podría verse comprometida la llegada de cruceros, en función de los acuerdos de obras que se habían establecido con empresas navieras, como la construcción de defensas, el peine para catamaranes y el proyecto de ampliación del muelle. Tampoco se podrá ejecutar la plazoleta fiscal de Río Grande, para agilizar la llegada de materia prima a las fábricas. Para el dirigente no se analizó el riesgo en que se pone una actividad que genera divisas para la provincia y se votó a las apuradas, sin un análisis previo y sin escuchar a las partes.
“Se habla de un déficit muy importante de la OSEF y los fondos del Puerto no los van a solucionar. Si deben 100, 2 no les sirven”, dijo ante un déficit proyectado de 70 mil millones, contra los 5.000 millones de pesos que están depositados en un plazo fijo en el BTF que podría aportar el Puerto. Además, del punto de vista legal, se estaría incumpliendo con el acuerdo Nación-Provincia al momento del traspaso del Puerto, y también de la propia ley de creación que, en ambos casos, establecen que los fondos de la entidad deben destinarse a la actividad portuaria.
Río Grande.- El representante de los trabajadores del Puerto Adrián Bleuer expuso el riesgo en que la “decisión política” de los legisladores y del gobierno han puesto a la actividad portuaria, al quitarle los fondos reservados para obras comprometidas ya con entidades navieras, como la construcción de defensas o la ampliación del muelle.
El Puerto contaba con unos 5.287 millones para obras, que fueron destinados a paliar el déficit de 70 mil millones de la OSEF, de acuerdo a lo proyectado para este año, lo que no resuelve en absoluto el problema, planteó el dirigente.
“En principio queremos dejar en claro que entendemos la situación de OSEF, no estamos en contra de la obra social, pero no estamos de acuerdo con que los fondos del Puerto sean utilizados de esta manera arbitraria para financiar el desequilibrio de OSEF. Creo que había otra forma de ayudar a OSEF, no con los fondos del puerto”, dijo por Radio Provincia.
Recordó que “después de la pandemia salimos con una postura fuerte a recuperar nuestra actividad, el año pasado hicimos una muy buena temporada que nos dejó una diferencia y la necesitamos para hacer obras. Las empresas de cruceros nos han planteado un montón de necesidades para desarrollar su actividad, entre ellas un sistema de defensas, de protección y nos requieren un montón de obras. Nosotros nos comprometimos a hacerlas y juntamos los fondos para eso”, explicó.
“Sabemos que el Puerto es la entrada turísticamente a la Antártida y económicamente a la provincia. Las materias primas de la industria entran por el Puerto en su gran mayoría y parte de los materiales de la construcción también. Sabemos de la importancia del Puerto y, que nos saquen los fondos del año pasado y de este año, va a complicar poder hacer las obras que nos comprometimos a hacer”, aseguró.
“Es frustrante, porque uno trabaja con un objetivo para mantener su fuente de trabajo, para que crezca y que podamos estar en un lugar más cómodo, y para que la entidad pueda dar respuesta a lo que piden nuestros clientes”, expresó.
Dio cuenta del ánimo de los trabajadores y dijo que “esto le duele a los empleados del Puerto y debería dolerle a la comunidad toda. Han tomado la decisión política de desfinanciar el Puerto de Ushuaia, con lo que no vamos a poder hacer obras ni la ampliación del muelle, tampoco vamos a poder hacer la plazoleta fiscal en Río Grande y no vamos a poder instalar los peines de catamaranes en Ushuaia para que nuestros turistas estén más seguros y más cómodos.”
“Nos va a costar hacer obras, mantenimiento, inversiones y poner máquinas por un par de años y esta no es una decisión que afecta a los empleados del Puerto, porque los sueldos los vamos a seguir cobrando. El problema es mucho más importante que los empleados del Puerto solamente. Los países vecinos invierten, hacen rutas, hacen muelles y quieren ser la puerta de entrada a la Antártida. Nosotros somos la puerta de entrada y nos costó mucho mantenerlo. Debe haber inversiones que acompañen la actividad y darle la espalda a esto es decirle a las empresas que se vayan a otro lado. Le estamos dejando servidas las condiciones para que nos roben parte de nuestra economía y luego es muy difícil recuperar un sector”, sentenció.
“Estamos muy dolidos y preocupados, porque trabajamos para que la actividad crezca para todos. Sabemos que es una entrada de divisas importante para la provincia. Nosotros vamos a encuentros en distintos lugares del país, a Buenos Aires, a Uruguay, porque somos socios en un montón de actividades. Si un barco va a Uruguay, viene a Argentina, lo mismo si va a Brasil, y somos la figurita, porque en Buenos Aires se habla de 100 ó 120 recaladas de grandes cruceros, mientras que nosotros tenemos 500. A nivel Sudamérica somos muy importantes por el movimiento y no podemos olvidarnos de eso”, subrayó.
Obras comprometidas
El dirigente volvió a insistir en las obras comprometidas con las empresas que hacen sus recaladas. “En mayo, apenas termina la temporada, ya tenemos reuniones con las agencias y vemos nuestra planificación de temporada. Revisamos día por día y hora por hora dónde tenemos conflicto de horarios para programar, y se hace un trabajo importante previo a la temporada. Trabajamos para que todos los barcos estén en el muelle y para eso se hacen muchas reuniones con las agencias, con la Aduana, con SENASA, con los que cargan el combustible y con todos los que trabajan en esta actividad”, detalló.
“Se habla de 5.000 millones de reservas, pero una cosa son los números que dice un balance y otra cosa los números que tenemos comprometidos para obras que cuestan mucho más que ese monto. Una ampliación del muelle de 100 metros nos puede salir 17 ó 20 millones de dólares, unos peines de catamaranes 8 millones de dólares, la plazoleta en Río Grande también es un montón de plata. Son obras de infraestructura muy significativas y no alcanza con los fondos que tenemos. Por eso veníamos haciendo una reserva para poder encarar obras que podemos cumplir y que la actividad pueda autofinanciarse”, señaló.
Manotazo sin devolución
Asimismo, cuestionó que se le quiten los fondos sin devolución. “Sabemos que el gobierno ha pedido préstamos para obras al Puerto, pero eso es con devolución y con un interés de mercado. Podemos decir que estamos o no de acuerdo, pero es discutible. Nosotros tenemos obras para hacer y, si encajan esas devoluciones con las obras que tenemos, se podría hacer y podríamos haber hecho lo mismo con la obra social”, sostuvo.
“Se habla de un déficit muy importante de la OSEF y los fondos del Puerto no los van a solucionar. Si deben 100, 2 no les sirven”, dijo ante un déficit proyectado de 70 mil millones, contra los 5.000 millones de pesos que están depositados en un plazo fijo en el BTF que podría aportar el Puerto.
“El Puerto siempre se financió con sus recursos, hace diez años tuvimos un desequilibrio financiero y en función de eso dimos aumentos de salarios muy escalonados para que no afectara las arcas del Estado. El objetivo era no quedarnos en rojo. En esta gestión se han comprado maquinarias y siempre se está en proceso de compras. Hemos tenido problemas hace un par de años porque compramos maquinaria al exterior y por una política nacional no se podían girar divisas. Por eso tenemos un montón de procesos de compra que han quedado caducos, por esa política”, apuntó.
Agregó que “el Puerto hoy tiene 140 empleados en total y los fondos no son del Puerto de Ushuaia sino de la Dirección Provincial de Puertos, que también incluye a Río Grande. La planta no ha crecido en los últimos diez años”, destacó.
Decisión inconsulta
Consultado acerca de si algún legislador se comunicó con los empleados del Puerto antes de votar la ley de financiamiento de OSEF, respondió que “no nos llamó nadie, es más, nosotros nos enteramos el día 8 a las 21 horas que la Legislatura estaba tratando la ley y que uno de los puntos eran los fondos del Puerto. Nunca antes nos comentaron que esto se iba a votar y en todos los proyectos que estaban dando vueltas nunca se habló de los fondos del Puerto. Esto lo incorporaron a última hora, nosotros fuimos a la Legislatura, pero cuando llegamos ya lo habían votado. A partir de ahí hicimos una alerta y un par de presentaciones, pedimos el veto parcial de ese artículo al gobernador y pedimos una audiencia a los legisladores. Algunos nos recibieron, pero una ley votada en forma unánime es muy difícil que se modifique”, lamentó.
“El legislador Lechman conoce la actividad portuaria y varios legisladores también. Nosotros vamos todos los años a la Legislatura a presentar el presupuesto, explicamos las obras que vamos a hacer y todos saben que la actividad portuaria es importante”, remarcó.
“Para mí los legisladores vieron la urgencia que tenía la OSEF, alguien dijo que en el Puerto había plata y lo votaron sin analizar las consecuencias que puede traer esta decisión. Fue una decisión apresurada, porque no resuelve el problema de la OSEF”, reiteró.
Colisión legal
Por otra parte, tuvo en cuenta los acuerdos firmados por la provincia que no se estarían cumpliendo con esta medida. “Hay un acuerdo Nación-Provincia que dice que todos los fondos del puerto deben utilizarse en la actividad portuaria. La ley 69 de creación del Puerto también dice que todos los fondos del Puerto tienen que ser destinados a la actividad portuaria y hemos expresado esto. Cuando le entregaron el Puerto a la provincia, la provincia asumió un montón de compromisos que estarían incumpliendo”, dijo.
“Esto lo planteamos en nuestro pedido de veto y también manifestamos nuestra postura a los legisladores, pero mientras estábamos en esas conversaciones promulgaron la ley y es un penal cobrado. Ningún legislador va a decir que se equivocaron o se apresuraron. Nosotros no decimos que no nos saquen los fondos, pero sí que los devuelvan. Los podemos prestar y veremos la forma de devolución. Si nosotros vamos a tener la necesidad de obras dentro de un año o de dos, podemos prestar los fondos y que los trabajen, como se ha hecho en infinidad de oportunidades con el Puerto y otros organismos”, indicó.
“Nosotros hemos hecho las cosas bastante bien, hemos defendido la actividad, hemos cuidado nuestros fondos, y hemos puesto objetivos a futuro que no vamos a poder cumplir. A la larga las consecuencias pueden ser importantes. Tendrán que atenerse a las consecuencias de lo que ellos votaron. Como política de Estado han desfinanciado a un ente que funciona, porque esta decisión se tomó junto con el Ejecutivo. A todos les gusta la postal de los cruceros a fin de año, pero si no cuidamos nuestra actividad los vamos a ver pasar por el canal hacia otro puerto”, alertó.
El dirigente expuso la envergadura de la actividad que se pone en riesgo. “Entre pasajeros y tripulantes de cruceros movemos entre 250 y 300 mil personas y en catamaranes tenemos una cifra similar. Es súper importante la actividad, nunca se había hecho el recambio de pasajeros en Ushuaia y se movieron casi 3 mil personas en un día, que es una logística muy importante. Antes éramos un puerto de paso y ahora podemos ser un puerto terminal en el Cono Sur. Nosotros vamos a aportar todo lo que tenemos para que se haga un buen análisis de la situación”, concluyó.

