Daniel Polonsky destacó la reconversión industrial de la planta tras el incendio de 2018 y presentó el nuevo Ecopunto, que busca fomentar la economía circular y la conciencia ambiental en la comunidad de Río Grande.
Río Grande. -El incendio que destruyó la planta de Plástico Isla Grande SA en 2018 marcó un punto de inflexión para la empresa, que decidió no abandonar la ciudad sino reinventarse. En diálogo con el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia, el presidente de la empresa Plástico Isla Grande SA, Daniel Polonsky, expresó que “lo que sucedió fue lamentable, pero estamos en la ciudad no de forma eventual; nunca se nos ocurrió irnos, sino luchar y crecer”, sostuvo.
Según explicó, “en el lugar en donde estaba la planta armamos otra y estamos trabajando desde el 2019, no con las mismas características, sino adaptándonos a las posibilidades. Seguimos trabajando con todos los inconvenientes y el contexto duro, tenemos un compromiso con la ciudad y el medio ambiente en general”.
Polonsky destacó la importancia de promover una mirada responsable sobre los materiales plásticos: “Nos parece importante trabajar en la economía circular y en la reutilización de los materiales, y desmitificar que un material en sí es dañino. Lo que provoca daño no es el material, sino nuestras actitudes. Los elementos bien manejados pueden ser muy beneficiosos en ahorro de material, energía y carbono”.
El empresario subrayó que “los mismos materiales que son criticados por todas sus ventajas, en vez de ser demonizados, debemos trabajar sobre sus bondades, darles una segunda vida y generar un segundo beneficio. Los que ensuciamos somos las personas que no disponemos adecuadamente de estos materiales”.
Ecopunto, inversión y mirada de futuro
Tras años de trabajo, la compañía avanza en un nuevo proyecto: el Ecopunto, un espacio de recolección y clasificación de materiales reciclables. “Desde 2018 empezamos a trabajar para volver a tener producción. Nos juntamos con los socios para generar nuevas inversiones y mantenernos en el mercado. Tuvimos mucho apoyo de la comunidad, que nos permitió trabajar de forma transitoria hasta que pudimos armar la planta”, relató.
“Ahora vamos a trabajar en el lugar en donde estaba la planta en su momento. Además, estamos armando un Ecopunto de materiales clasificados, no basura, sino materiales separados en donde todos los vecinos puedan traer. Hoy no existe el lugar ni la logística para aprovechar eso y la idea es canalizar esos materiales y transformarlos en útiles para que vuelvan al mercado. Es una articulación con el municipio, si bien la inversión es privada, se trabaja junto a la comunidad toda para generar una ciudad verde”.
El espacio contará con 5.000 metros cuadrados, un centro de capacitación y zonas diferenciadas para atención al público y disposición de materiales. “Va a ser un lugar de reunión. Esperamos que sea no solo de clasificación de residuos sino también de encuentro. Habrá capacitaciones para toda la comunidad y los colegios”, explicó Polonsky.
En cuanto a los plazos, adelantó que “teníamos pensado que esté funcionando ahora. Esperamos que esté totalmente funcional para el próximo año”. Sobre la inversión, agregó que “es de varios millones de dólares, no tenemos precisiones. Nos interesa hacer un trabajo más integral para ver si podemos, a largo plazo, transformar la provincia en la más verde de la Argentina”.
Respecto del destino de los materiales, indicó que “la idea es transformarlos en productos que puedan consumirse en construcción, en materiales áridos para no consumir tanto de las canteras”. También anticipó que “los productos están pensados para exportación. La realidad geográfica de Tierra del Fuego no se puede soslayar, pero parte de los productos van a estar adaptados a la meteorología de la zona”.
El Ecopunto recibirá “plásticos, cartón, vidrio y metales”, con la posibilidad de ampliar la clasificación en el futuro. “El vidrio se transformará en árido, el cartón en paneles o aislantes, y el plástico, según el producto, servirá para la construcción o para varillas de alambrado en el campo. Esto evita que se sigan talando árboles”.
Polonsky señaló que el proyecto incluirá aproximadamente 20 personas y que a largo plazo buscan “integrar lo máximo posible, aunque eso llevará tiempo y esfuerzo de capital muy importante”.
Sobre la relación con otras industrias locales, explicó: “Una fábrica de latas en Río Grande hoy es inviable, no quiere decir que no pueda suceder. Podemos reciclar y devolver al proveedor para que vuelva a hacer aluminio, pero hacer una fábrica de latas no está en nuestras posibilidades”.
Finalmente, reflexionó: “Cada empresa tiene su realidad y sus deseos. Yo me siento fueguino, me interesa y tengo una inserción dentro de la sociedad. A mí me tendrán que echar de Tierra del Fuego, pero no sé cómo va a seguir la realidad de la provincia”.
En cuanto a la producción actual, informó que fabrican “películas de poliestireno para envases y termocontraíbles. No estamos haciendo filobolsa ni geomembrana, pero sí otros productos similares a los de Río Chico”.
Consultado sobre la política industrial, expresó que tiene “sensaciones mixtas” respecto del gobierno nacional: “Sorprenden los logros que han tenido, pero preocupa el proyecto de país donde no incluyen a la industria. Si me veo amenazado, me voy a preocupar, pero entiendo que debemos adecuarnos a los nuevos formatos del mundo”.
Por último, se refirió al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI): “Como está planteado, es para grandes inversores. Ojalá hubiera proyectos donde se pudiera aprovechar”.
