La directora del Centro de Abordaje Integral en Consumos Problemáticos del Municipio de Río Grande, Marcela Surano, hizo un balance del trabajo realizado durante el año y subrayó el rol central que tuvo la comunidad en la consolidación del nuevo dispositivo ambulatorio, inaugurado en marzo. Además, señaló que el cierre del ciclo se realiza con satisfacción por el nivel de participación alcanzado.
Río Grande. – En diálogo con FM del Pueblo, la directora del Centro de Abordaje Integral en Consumos Problemáticos, Marcela Surano, evaluó positivamente el proceso de integración del Centro en la vida cotidiana de la ciudad.“Estamos muy contentos y estamos realizando el cierre junto con toda la comunidad que fue la que principalmente nos brindó su confianza en todas las actividades que hemos hecho en estos 8 meses”, expresó.
Resaltó además la importancia de contar con un espacio municipal para casos que requieren seguimiento constante: “Que el Municipio tenga un centro ambulatorio donde poder recibir algunos casos que ameriten que estén ahí, es una alegría enorme”.
La funcionaria adelantó que ya trabajan en líneas de acción futuras: “Tenemos muchos proyectos en el 2026 apoyados por la comunidad que ya fue participando. Todas las tareas que fuimos haciendo no solo lo asistencial, sino todo el trabajo en prevención y el impacto que tuvo”.
Participación ciudadana y vínculo con los profesionales
La instalación del Centro supuso también derribar resistencias iniciales y acercar a la población a un tema históricamente rodeado de prejuicios.
“Debe haber resistencia aún pero recordar que se inauguró en marzo, donde algunas personas tenían temor de pasar por al frente, a toda la participación que fuimos logrando en los grupos”, señaló Surano.
Según explicó, el acompañamiento social fue indispensable: “La verdad que eso va mostrando que paulatinamente la comunidad fue accediendo a participar y a derribar mitos y prejuicios respecto al tema porque es un problema de salud. Los profesionales no podemos hacer nada sin la participación de la gente. Por eso es una alegría cerrar este año con tanta participación”.
El rol de las familias y el apoyo profesional
El Centro trabaja no solo con las personas que atraviesan consumos problemáticos, sino también con sus entornos afectivos.
“Tenemos de todo, tenemos familias que participan con más facilidad y otras que no. Además, hoy en día sabemos que existen una multiplicidad de formatos familiares como también sabemos que hay muchos que no tienen familia acá”, señaló.
Surano describió la lógica de acompañamiento del equipo:“Apuntamos al familiar directo que vive y convive con la persona y que padece el impacto de la problemática. Cuando esto tiene sus falencias estamos todos los profesionales como una familia sustituta porque nosotros funcionamos así”.
La directora remarcó el valor del inicio de un tratamiento:“Es una nueva posibilidad para que el paciente revea nuevas formas de abordar la problemática que cuando ve resultados instala una cierta esperanza, mejora la autoestima y la proyección”.
Panorama actual de los consumos problemáticos
Surano detalló cuáles son las tendencias que observan localmente y que coinciden con las estadísticas nacionales.“La problemática mayoritaria sigue siendo drogas y alcohol. El alcohol es lo que predomina en todo el país”, afirmó.
Advirtió que, por la ubicación geográfica, las tareas de prevención presentan desafíos adicionales:“Cuando uno es isleño al extremo sur, a veces los recursos se complican más, obviamente las tareas de prevención se complican más”.
En cuanto al auge de los juegos de apuesta, precisó:“Luego al tener la oferta existen más demandas por ejemplo en juegos de apuestas, que se presentan más en jóvenes adolescentes y adultos y en mujeres. Más que en hombres”.
Además, describió cómo el celular amplifica riesgos:“Como el celular lo tenés en tu mano y todo te va a llegar en la mano sin ninguna participación y supervisión si no lo hay, no llega nada más de apuestas, llegan ofertas de drogas, sexo y pornografía, un montón de ofertas que llegan a un aparato que tenemos todos los días en la mano”.
Ante este escenario, subrayó la necesidad de reforzar el compromiso comunitario: “Ahí es clave la participación y el compromiso de las familias. Cuando un problema ya está instalado es porque algo se nos escapó en el camino: ¿con qué dinero cuenta? ¿a qué tienen acceso y a qué no? Debemos trabajar todos en conjunto”.
Finalmente, advirtió que la Argentina aún enfrenta una deuda significativa en materia preventiva: “Aún en Argentina falta mucho la cuestión de la prevención, hay que trabajar un montón en la prevención porque la comunidad espera hasta la asistencia, hasta que el problema ya está instalado. Nos encantaría que las estadísticas vayan bajando y no subiendo pero esto hay que trabajarlo en conjunto”, concluyó.
