La senadora fueguina Cristina López intentó tomar un despacho por la fuerza

La senadora fueguina Cristina López irrumpió en el Senado con su marido, el legislador fueguino Juan Carlos Pino y un cerrajero para tomar por la fuerza las oficinas de un legislador que concluye su mandato en el recambio de gestión de autoridades. El problema comenzó cuando el cerrajero intentó violentar la cerradura, lo que motivó la intervención del personal de seguridad de la Cámara alta, generándose allí un enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre la senadora fueguina, el legislador Pino y autoridades de la Cámara.

Río Grande.- El Senado revivió por estas horas escenas que parecían olvidadas en el tiempo, con senadores intentando usurpar despachos de legisladores que terminan su mandato, acompañados por cerrajeros contratados para la ocasión, para poder abrirse paso violentando las cerraduras de las oficinas.

El incidente que se registró esta tarde tuvo como protagonista a la kirchnerista fueguina Cándida López. Se trata de la misma senadora que el viernes pasado juró acompañada por nueve personas y motivó la queja que la libertaria Patricia Bullrich no pudo hacer en el recinto porque la vicepresidenta Victoria Villarruel le negó la palabra.

Según las escenas que se viralizaron en mensajes entre empleados del Senado, la senadora se apersonó en el despacho ubicado en el cuarto piso del Senado acompañada por su esposo, el legislador de Ushuaia Juan Carlos Pino, y por un cerrajero.

Voceros de López sostienen que el despacho les fue entregado por su compañero de bancada José Leavy (Salta), a partir de una intermediación del senador Carlos Linares (Chubut), que ya lo ocupaban desde hace dos semanas y que fue Villarruel la que se excedió en sus funciones y tomó por asalto las oficinas cambiándole la cerradura.

El trasfondo del escándalo es el decreto 488/25, con el que Villarruel dispuso un proceso de ordenamiento por el cual la Presidencia de la Cámara se haría cargo de la distribución de los despachos de aquellos senadores que concluyen sus mandatos.

El problema comenzó cuando el cerrajero intentó violentar la cerradura, lo que motivó la intervención del personal de seguridad de la Cámara alta para impedirlo y sostener la decisión de la presidencia de la Cámara.

Hubo empujones por parte de López y Pino al personal de Seguridad, que pretendía evitar que el cerrajero cumpliera con la misión que le había encomendado la senadora.

En uno de los videos se puede ver a Pino gritando: “No toqués a la senadora”, y a los funcionarios de la Cámara respondiéndole: “A la senadora no la toca nadie”. Mientras eso ocurre, López le dice a una colaboradora: “Llámala a Juliana”, en referencia a la también senadora kirchnerista Juliana Di Tullio.

En el video se puede ver cómo uno de los funcionarios de seguridad pretende llevarse del lugar al cerrajero y a la senadora diciéndoles: “Vos no sacás a nadie”, mientras el esposo de la legisladora aparece en escena con la caja de herramientas del cerrajero a cuestas.

Según sus voceros de prensa, la senadora concurrió con un cerrajero para intentar recuperar sus pertenencias, como su computadora personal, que había dejado en el despacho y a las que no podía acceder como consecuencia de que Villarruel le había cambiado la cerradura a la oficina el último viernes.

Más aún, sus allegados cuentan que la senadora fueguina se reunió en ese despacho con el gobernador de su provincia, Gustavo Melella, el viernes último después de la sesión en la que López juró su banca como senadora por un nuevo mandato.

El incidente obligó a intervenir al médico de turno en el consultorio del Senado, cuya presencia fue solicitada por López y Di Tullio para que “certificara” una supuesta agresión a la senadora durante la discusión. El facultativo constató un pequeño hematoma en uno de los tobillos de la fueguina, pero aclaró que no podía certificar que hubiera mediado algún tipo de agresión, que eso le corresponde a un médico legista.

Finalmente, tras más de dos horas de tensión y discusiones, López, Pino y Di Tullio terminaron abandonando el despacho sin poder conseguir el cometido de quedárselo.

Las peleas por los despachos en cada recambio legislativo son comunes en cada diciembre de los años impares, pero hacía rato que ningún senador llevaba su reclamo por una oficina al extremo de lo que está haciendo la fueguina.

Según se pudo saber desde diversas fuentes legislativas, López asegura que su compañero de bloque José Leavy (Salta), que concluye su mandato el próximo 10 de diciembre, le cedió su oficina.

Sin embargo, otras fuentes legislativas niegan que eso sea así y sostienen que Leavy quiso entregarle su despacho a su comprovinciana Flavia Royón, pero ella ya había conseguido otra oficina, cedida por Juan Carlos Romero.

“Entonces, se aparecieron [Anabel] Fernández Sagasti y Di Tullio a decirle que tenía que dejarle el despacho a López, pero Leavy casi no la conoce a López; ni siquiera le cae bien”, contó a este diario una persona al tanto de la disputa.

Este es el segundo intento de López por ocupar la oficina que se encuentra en el cuarto piso del Palacio Legislativo.

El viernes de la semana pasada, después de la ceremonia de jura de los nuevos senadores -López consiguió su reelección y tendrá seis años más de mandato-, la fueguina intentó ocupar el despacho de Leavy en una jugada que también terminó en escándalo y forcejeos con personal de seguridad y con la intervención de Di Tullio y del jefe de la bancada kirchnerista, José Mayans (Formosa).

Tras el incidente de ayer a la tarde, funcionarios de la Cámara alta esperaban la presencia de algún colaborador de Leavy para que certifique que en el despacho hay pertenencias de López, tal como aduce la senadora para justificar que las oficinas le habían sido cedidas.

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