El legislador de FORJA justificó la aprobación de la nueva ley de acuicultura, explicó por qué el convenio con YPF pasó a comisión y expuso las tensiones internas del mapa político fueguino. Producción, ambiente y control como ejes de una Legislatura fragmentada y bajo presión nacional.
Río Grande.- La última sesión legislativa del año dejó expuestas todas las tensiones que atraviesan hoy a la política fueguina, debates ambientales de alto voltaje, decisiones estratégicas sobre el petróleo, alianzas que ya no funcionan de manera automática y un escenario económico condicionado por el ajuste nacional.
En ese contexto, el legislador Federico Greve, referente de FORJA y del oficialismo provincial, salió a defender el rumbo del bloque y a explicar una sesión que se resolvió voto a voto y dejó múltiples lecturas políticas.
Desde los micrófonos de Radio Provincia, Greve trazó un recorrido por los principales temas tratados el lunes en la Legislatura, con especial énfasis en la aprobación de la ley de acuicultura, el traspaso de áreas de YPF a la empresa estatal Terra Ignis, el debate por la ampliación del ejido urbano de Ushuaia y el delicado vínculo entre el Gobierno provincial y el Ejecutivo nacional.
Acuicultura: ampliar la matriz productiva sin romper el equilibrio
Greve fue uno de los legisladores que acompañó tanto la ley original de acuicultura como su reciente modificación, donde para el legislador el “eje del debate fue mal planteado públicamente al reducirse a una falsa dicotomía entre “sí o no” a las salmoneras”.
“La discusión no puede simplificarse”, sostuvo, al explicar que “la intención del oficialismo es ampliar la matriz productiva de Tierra del Fuego, sumando una nueva actividad a sectores ya consolidados como el turismo, el petróleo y gas, la industria electrónica y el comercio”.
En ese sentido, dejó en claro que “la ley mantiene la prohibición absoluta de instalar salmoneras en el Canal Beagle, ríos, lagos y lagunas, y que la posibilidad de desarrollo se concentra en la zona norte de la provincia, siempre supeditada a estudios de impacto ambiental y a la evaluación de la autoridad de aplicación”.
Greve reconoció que “hoy no existe capacidad técnica ni financiera del Estado provincial para desarrollar la actividad por sí solo, por lo que cualquier avance dependerá de inversiones privadas o esquemas público-privados, con controles estrictos”.
Por tal motivo, dijo que “no hay certezas absolutas”, admitió, pero defendió un “modelo basado en el equilibrio entre producción, ambiente y control, un trípode que, según afirmó, debe guiar cualquier desarrollo en la provincia”.
Chile como espejo incómodo
El legislador también se refirió a las críticas que surgieron desde Chile y otros países con antecedentes negativos en salmonicultura, para lo cual, para Greve, esos ejemplos no “deben ser copiados mecánicamente, sino analizados para evitar repetir errores, especialmente aquellos vinculados a la falta de controles ambientales”.
“La tecnología evolucionó”, sostuvo, al marcar diferencias entre “los sistemas utilizados décadas atrás y las alternativas más modernas, como los sistemas RAS, que limitan el uso del agua y evitan la devolución de efluentes a los cursos naturales”.
YPF y Terra Ignis: una decisión inevitable
Otro de los puntos centrales de la sesión fue el convenio de traspaso de áreas petroleras de YPF a Terra Ignis, que finalmente fue girado a comisión.
Greve fue categórico al señalar que “YPF se va de Tierra del Fuego en marzo, con o sin acuerdo legislativo”.
“El pasivo ambiental queda en la provincia”, advirtió, señalando la “enorme responsabilidad que enfrenta la Legislatura”.
Según explicó, el traspaso contempla que “YPF conserve solo los pozos productivos, mientras que el resto, incluido el pasivo ambiental, quede bajo órbita provincial, acompañado de un bono de compensación económica”.
Greve defendió la lógica del acuerdo al remarcar que “YPF, por su estructura nacional y costos fijos elevados, ya no considera rentable la operación de pozos maduros, mientras que Terra Ignis puede operar con menores costos y sostener tanto la producción como los puestos de trabajo directos e indirectos”.
Además, explicó que el “esquema transitorio, con YPF operando por cuenta y orden hasta marzo evita cerrar pozos que luego demandarían meses para volver a ponerse en funcionamiento, lo que implicaría pérdidas de regalías para la provincia”.
Ejido urbano: una discusión inevitable, pero compleja
Consultado sobre la posible reactivación del proyecto de ampliación del ejido urbano de Ushuaia, Greve reconoció que “se trata de una iniciativa compleja, con fuerte impacto territorial y político”.
Admitió la gravedad de la crisis habitacional, pero advirtió que “cualquier ampliación debe garantizar reservas estratégicas para la provincia, necesarias para escuelas, hospitales y servicios esenciales”.
El legislador dejó “abierta la puerta al debate”, aunque remarcó que “no se trata de una decisión inmediata ni sencilla”.
Un oficialismo sin mayorías automáticas
Uno de los puntos más interesantes de la entrevista fue la lectura política de Greve sobre el funcionamiento actual de la Legislatura.
Con 15 legisladores y 8 bloques, el escenario es “volátil y las mayorías se construyen tema por tema”.
“La votación de la ley de acuicultura fue un ejemplo claro, hubo apoyos cruzados, votos en disidencia dentro de bloques y decisiones basadas tanto en convicciones personales como en posicionamientos políticos”.
Para Greve, esto no “implica una ruptura definitiva entre FORJA y el PJ, sino tensiones propias de una coalición que ya no actúa de manera monolítica, hay coincidencias y diferencias”, resumió, anticipando que ese esquema continuará.
Un 2026 marcado por el ajuste nacional
En el cierre, Greve trazó un panorama sombrío para 2026, donde denunció una “discriminación del Gobierno nacional hacia las provincias que no acompañan políticamente a La Libertad Avanza, reflejada en la distribución de ATN y en la exclusión de gobernadores de reuniones clave”.
Criticó la paralización de la “obra pública, la falta de asistencia en salud y educación y el impacto directo sobre las cuentas provinciales, el ajuste se descarga sobre las provincias”, afirmó, y anticipó un “escenario complejo en términos de empleo, industria y recaudación”.
Frente a ese contexto, el legislador sostuvo que “el rol de la Legislatura será defender los intereses de Tierra del Fuego, utilizando todas las herramientas legales disponibles para amortiguar el impacto de las decisiones nacionales”.
Una sesión que anticipa el año político
La sesión del lunes no fue una más, dado que según la lectura de Federico Greve, marcó el inicio de una etapa donde las decisiones estructurales deberán tomarse sin red nacional, con una Legislatura fragmentada y con debates que ya no admiten simplificaciones.
