La vicepresidente de CAME se refirió a los aumentos de tarifas, tasas e impuestos, que ponen en jaque a muchos comerciantes que ya no pueden sostenerse. Hay cierres de comercios y necesidad de empleados que no se toman porque no se les puede pagar. Como síntoma de una crisis casi terminal marcó la caída de ventas en farmacias y alimentos, porque la gente no llega a comprar sus remedios ni a cubrir necesidades básicas. “Creo que estamos en una bocacalle sin perspectivas y no estoy viendo ningún tipo de solución”, dijo. Además puso en duda las cifras del INDEC sobre la inflación, que no tienen en cuenta las particularidades de cada región, como la incidencia del transporte en Tierra del
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