De Ushuaia a Galicia: el primer Camino de Compostela de América

Un ciclista español inició el lunes 10 de enero un viaje desde Ushuaia, en Tierra del Fuego, hasta Santiago de Compostela, en Galicia (España) con el objetivo de generar el primer Camino de Santiago en América en ser reconocido por la federación de esa famosa red vial religiosa, turística y cultural con asiento en Europa.

Ushuaia.- Alberto Cacharrón, protagonista de numerosas aventuras anteriores, buscará recorrer el sur de la Patagonia argentina hasta Buenos Aires por la Ruta 3, para pasar luego a Montevideo (Uruguay), cruzar en barco el océano Atlántico hasta Lisboa (Portugal) y llegar hasta Galicia, su ciudad natal, totalizando 4.000 kilómetros.

El proyecto se denomina «Camino blanco terrestre», porque buscará unir por tierra el punto más cercano a la Antártida con la ciudad base del conjunto de rutas de peregrinación cristiana de origen medieval, transformadas en un ícono del turismo y la cultura.

«Lo que buscamos, junto a un pequeño grupo de gente, es plantar la semilla de la red de caminos de Compostela en América, para que una vez concluido el proyecto, tanto un organismo de la iglesia santiaguista como el gobierno de Galicia lo hagan propio, y ello también sirva para el sector turístico en general», explicó Cacharrón poco antes de iniciar el trayecto desde la plaza Galicia de la capital fueguina.

 

Tradición medieval con cada vez más visitantes

 

El aventurero contó que la actividad de los caminos de Compostela genera un gran movimiento económico en sus zonas de influencia, producto del creciente número de visitantes que eligen recorrerlos desde diferentes zonas del mundo.

De hecho, los gobiernos locales invierten presupuesto público en su mantenimiento, cada camino tiene una asociación protectora y existe una entidad que nuclea a todas esas asociaciones, llamada Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago (Feaacs).

«La actividad de los caminos fue generando hoteles de todas las categorías, casas de comida, comercios de ropa deportiva y transporte, porque hay personas que envían el equipaje para no cargarlo. En definitiva, se mueve un gran espectro de sectores de la economía», remarcó Cacharrón.

El ciclista, un empleado bancario durante más de 30 años y jubilado desde hace poco tiempo, mencionó que la filosofía de esta tradición no es abrir nuevos caminos, sino utilizar los ya existentes.

«Ojalá que el día de mañana existan senderos paralelos, más adecuados para los caminantes, y con su propio movimiento de alojamiento y negocios asociados. Mientras tanto, seguiremos la tradición de los peregrinos medievales: buscar el trayecto más corto y más seguro», detalló el deportista.

 

También desde Chile y Brasil

 

El cadáver de «Santiago el Mayor», uno de los principales apóstoles de Jesucristo y el primero de ellos en morir martirizado, fue descubierto entre los restos de un asentamiento romano abandonado hacia el año 820, y allí se construyó el templo convertido luego en la catedral de la actual ciudad de Santiago de Compostela.

«Santiago es una figura cristiana muy fuerte que terminó erigiéndose en el patrón de toda España.Tiene una fuerza significativa muy importante porque cuando el país estaba invadido por los árabes, se transformó en el ícono que propició la reconquista. Y a partir de la divulgación del sitio en que se encontraba la tumba de Santiago Apóstol, la gente empezó a peregrinar hasta el lugar», recordó el aventurero, escritor y autor de nueve libros.

Sin embargo, lo que comenzó como una actividad puramente religiosa fue tomando otra dimensión con el paso de los años.

«Hay contingentes muy numerosos de países no cristianos, como Corea del Sur, que llegan todos los años a caminar. Es porque el Camino de Santiago se ha convertido en un camino espiritual, que excede las religiones y tiene objetivos como el autoconocimiento», reflexionó Cacharrón.

El hombre que partió desde Ushuaia en bicicleta, una de las tres formas en que se permite recorrer los caminos de Compostela (las otras dos son a pie o a caballo) no se fijó un límite de tiempo para completar el trayecto.

«En este momento no tengo responsabilidades laborales y puedo hacerlo. Me lo voy a tomar con calma, sobre todo porque tengo un gran desconocimiento de lo que voy a encontrarme por la ausencia de antecedentes anteriores, y por problemas extras como consecuencia de la pandemia», comentó.

Tanto la bicicleta como un carro para equipaje que utiliza arribaron a Ushuaia a bordo del buque de investigación oceanográfica Hespérides de la Armada española, que colaboró así con el expedicionario.

Cacharrón, que también es caballero de la Orden de Santiago, asegura que una vez finalizado el Camino Blanco, intentará completar en los próximos años el Camino Andino (partiendo desde Santiago de Chile) y el Camino Verde (recorriendo la costa de Brasil), todos con la idea de inaugurar en América la tradición de los caminos de Compostela.

Gabriel Ramonet/Télam

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