Festejaron los 76 años del Batallón de Infantería de Marina N° 5

En un emotivo acto matutino, se conmemoró el aniversario del Batallón de Infantería de Marina N° 5, unidad, fundada hace 76 años. La ceremonia fue encabezada por el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral (FAIA), Capitán de Navío de IM Héctor Antonio Herrera.

Río Grande.- En horas de la mañana de este lunes se realizó el acto por el aniversario de la creación del Batallón de Infantería de Marina N° 5 Escuela de Combate que hace 76 sentó sus bases en la ciudad de Río Grande.

La ceremonia fue encabezada por el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral (FAIA), Capitán de Navío de IM Héctor Antonio Herrera, quien fue acompañado por el Secretario de Enlace con la Fuerzas de Seguridad, José Díaz, y la subsecretaria de Asuntos Institucionales del Municipio de Río Grande, Myriam Boyadjian además del comandante de la Base Aeronaval Río Grande “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur” (BARD). Capitán de Fragata Miguel Augusto Martínez Widmer, el comandante del Batallón de Infantería de Marina BIM N°5), Capitán de Fragata Diego Flores y el comandante del Destacamento Naval Río Grande (DNRD), Capitán de Corbeta IM Pablo Enrique Quiroga.

La ceremonia castrense se desarrolló en la Plaza de Armas del BIM 5 y su comandante fue el encargado de brindar palabras alusivas con las que hizo un recuento de la historia de la prestigiosa unidad militar y su participación en la guerra de las Malvinas.

El Comandante relató la historia de la unidad desde los comienzos del batallón. Asimismo destacó la “franca cooperación del BIM para con la comunidad fueguina y la participación heroica en la gesta de Malvinas”.

“Los dieciséis caídos en combate son la expresión máxima de lo que juraron defender, la patria, hasta dando lo más preciado de todo ser humano, su propia vida. Y como consecuencia a lo actuado en Malvinas, el Batallón se hizo acreedor a múltiples condecoraciones”, señaló Flores.

 

Diego Flores, Comandante del BIM N°5

 

En diálogo con la prensa, el Capitán de Fragata de IM, Diego Flores, comandante del Batallón de Infantería de Marina N°5, expresó que “con orgullo personal y profesional hoy se conmemora el 76 aniversario de la creación de esta gloriosa unidad. El Batallón 5 es una unidad llena de historias tanto dentro de la comunidad como en el ámbito militar”.

En cuanto al aspecto profesional, el comandante del BIM N°5 consideró una inmensa alegría formar parte de este Batallón. Destacó además el estrecho vínculo que el BIM N°5 ha mantenido y mantiene con la comunidad en todos los aspectos, desde sus inicios cuando estuvieron unidos en la evolución de la ciudad. Flores hizo hincapié en la participación en los dos importantes eventos de conflicto, tanto en 1978 como en 1982. “Durante esos momentos, la comunidad colaboraba activamente en el ejercicio de oscurecimiento y otras medidas de seguridad, ya que tanto el batallón como la base aeronaval eran objetivos importantes en aquel entonces. La comunidad comprendió la importancia de esta labor, por lo que es un gran orgullo estar aquí hoy”.

Flores señaló que en la Armada Argentina existen muchos batallones y unidades, “pero el prestigio que tiene este Batallón no lo posee ningún otro, tanto a nivel comunitario como a nivel nacional e internacional, especialmente en referencia al conflicto del año 1982. Es un honor y un privilegio encontrarse nuevamente en esta situación”.

Cabe señalar que actualmente, el Batallón cuenta con 150 infantes y está compuesto por una compañía de servicio y una compañía de tiradores, encargada de llevar a cabo diversas actividades cooperativas propias de la Infantería de Marina, como el combate de incendios y la distribución de alimentos a las familias actualmente. Además, actualmente se están realizando tareas de adiestramiento e instrucción en este entorno geográfico particular, próximo a las nevadas. Se enfocará en el terreno de baja montaña, nieve y monte austral, manteniendo los estándares de adiestramiento y alistamiento impuestos por el comando superior.

 

El vínculo con Río Grande

 

Al momento de trasladarse el BIM5 Esc. a los cuarteles de Río Grande, alrededor de novecientos efectivos irrumpieron en la vida de una pequeña comunidad, conformada por unas 2.240 personas, en su mayoría de origen chileno y con un fuerte relicto europeo perteneciente a la primera corriente de colonización.

La llegada de esta unidad de combate a un pueblo chico y desmadrado, significó la presencia soberana del pabellón nacional portado con espíritu patriótico por los hombres de la Armada. Pero lo que motivó aún más la estrecha relación que se estableció entre civiles y militares, fue la integración efectiva de ambos componentes de la sociedad ante una causa común basada en: la inhospitalidad del clima, el aislamiento geográfico y la distancia que la separaba de los grandes centros urbanos.

El BIM5 fue todo o casi todo, en la vida de aquellos lugareños. Reforzó sustancialmente, con sus profesionales médicos, la precaria asistencia sanitaria que en aquel momento ofrecía el Ministerio de Salud Pública, brindando además atención odontológica, sala de rayos y laboratorio bioquímico, cuando se los requería.

Asistió a la comunidad en sus necesidades más elementales, como la provisión de agua potable, leña y energía eléctrica, cuando los distintos servicios de distribución domiciliaria aún no se habían concretado. Obviamente, el comercio local no poseía la envergadura suficiente como para abastecer a un cliente que representaba el 50% de la población establecida. Por lo tanto, el BIM5 tuvo que encarar la producción de alimentos para el personal y sus familias. Así tomaron cuerpo el invernáculo, la granja, el tambo y la panadería, cuyos excedentes se distribuían en el pueblo a modo de promoción asistencial.

Hasta tanto se creó el Cuerpo de Bomberos (1962), esta unidad naval fue la que concurrió, con sus hombres y medios propios, a combatir los frecuentes incendios que se producían ante el delicado equilibrio que surgía de la contraposición entre la arquitectura típica de madera y las abundantes fuentes de calor que se necesitaban para contrarrestar el frío imperante en la región.

Por otro lado, el Plan de Acción Comunal formaba parte del compromiso del personal militar para con la sociedad civil. Éste implicaba su colaboración activa en obras de ingeniería vial, limpieza de terreno, trazado de calles y caminos, tareas municipales, entre otras.

Fuente y fotos: Del Fuego Noticias.

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