Las testimoniales siguen exponiendo la violencia que ejercía Francisco Amador hacia Marianela

El Tribunal Oral Criminal 29 de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, reanudó ayer, la quinta jornada del debate oral en el proceso que se sigue a Francisco Amador, acusado del homicidio de la estudiante riograndense Marianela Rago Zapata. Entre las amistades de Marianela convocadas, siguen apareciendo las situaciones de violencia que ejercía Amador, hacia la joven. Inclusive, uno de los testigos, aseguró, “no la dejaba en paz, hacia escenas de celos, peleaban por teléfono, no dejaba de perseguirla”.

Río Grande.- Varias de las testimoniales del día de ayer, fueron vía remota, teniendo en cuenta que muchos de los amigos de Marianela actualmente residen en el exterior.

Martina, era amiga de la joven y explicó ante el Tribunal una situación que les llamó la atención el día en que Marianela fue encontrada asesinada en su departamento del barrio de Balvanera en CABA.

Situó a Francisco Amador en el lugar, pero, además, aunque no tenía contacto con él, ese mismo día, comenzó a enviarle mensajes de texto, explicándole paso a paso donde se encontraba, cuando estaba de camino al lugar.

Luego, el Tribunal receptó el testimonio de Gonzalo, quien conocía al imputado, y sobre quien le habían contado “era violento con Marian, me generaba un prejuicio el antecedente de violencia. Lo que yo sé es que el padre de Amador había asesinado a su hijo”.

A continuación, declaró un primo de Amador, Juan José Uribe, el cual se dedica a la cría animales en General Las Heras.

Uribe detalló que Amador le ayudaba en un local nocturno, en lo vinculado a la música, manejo de computadoras e incluso hacía de camarero.

Acerca del día del hallazgo del cuerpo de Marienela, el testigo refirió: “estábamos en el bar Plat, y fuimos a buscar unas chombas a su departamento y cuando bajo estaba la policía de civil”, y luego procedieron a su detención.

Antes de ese episodio, hablaron por teléfono, le conto que habían asesinado a la novia y que al día siguiente se iban a encontrar en el bar. No hablaron mucho del tema, y según Uribe, Amador “estaba muy decaído, bajoneado”.

Francisco, otro de los amigos de Marianela dio su testimonio y sostuvo: “Él era muy celoso, me enteré por las amigas”.

En este caso también, situó a Amador “abajo, en el departamento. Estaba nervioso, como ido. Además, lo había visto varias veces en el bar El Bárbaro”.

Luego, brindó su declaración testimonial, Nicolás Di Vita Piñón, que amigo de Amador.

Lo conoció en el 2009, a través del primo Uribe, sin embargo, desde el 2010 o 2011, se fue distanciando de Juan José y por ende, de Amador.

Por último, los magistrados escucharon el testimonio de Lautaro, que era amigo de la infancia y compañero de la escuela de Marianela.

En este sentido, Lautaro dijo que “en el 2007 íbamos todos a la casa de Amador, la relación se fue dando y de a poco nos fuimos separando. Él conseguía marihuana, y él nos decía historias que eran poco creíbles”.

“Él sabía todo, siempre tenía historia para todo, tenía experiencia, él se aprovechaba de nuestra ingenuidad, era un personaje simpático, pero siempre sabía todo”, reprochó, respecto de la forma en que los trataba Francisco Amador.

Las reuniones se hacían en la casa de Amador, y “una sola vez apareció en la casa un hermano de unos 10 años, y le grito que se vaya a la cama. Estaba como loco”.

“Nos distanciamos, y era evidente cuando Marian estaba con nosotros y él la llamaba todo el tiempo, de a poco se fue separando.  No la dejaba en paz, hacia escenas, peleaban por teléfono. No dejaba de perseguirla, ya sabíamos que le había pegado”, dijo.

Asimismo, Lautaro recordó un episodio en el boliche Truman, ocasión en que golpeó a Amador, debido a que había visto los moretones que tenía Marianela; “le empecé a pegar en la cara, y me sacaron del boliche, y afuera, Amador sonrió y le dijo “¿qué haces Lauty?” y siguió caminando, mientras Lautaro lo siguió golpeando, y terminé en la comisaría”, explicó, y detalló que Amador, nunca reaccionó, se limitó a sonreír y no defenderse.

Consultado sobre la detención, y el accionar de la Policía de Río Grande, “le prestaron más atención a que le había pegado en la calle, que al hecho de violencia que había padecido Marianela”

“Tenía moretones en los brazos, se los tapaba con una remera manga larga. Hablamos con ella, fue después de la fiesta de egresados” y siguió “él caía de sorpresa y nos acababa de decir que le pegaba y vimos que había llegado y le empezamos a decir cosas y Marian cerró la puerta con llave, él se quedó afuera y nosotros nos quedamos”, expresó.

Lautaro se encontraba en La Plata cuando se enteró que Marian estaba muerta y por último, indicó: “para mi es el asesino de Marian, no lo quiero volver a ver a Amador. No está bueno ver una persona así”.

Tras las testimoniales, el Tribunal Oral 29 fijo audiencia para el 23 de octubre a las 12 horas.

 

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