Sánchez Posleman dijo que hay serias dificultades para seguir dando las prestaciones

La OSEF profundiza su crisis y no ha cumplido con el financiamiento establecido en el contrato. Además el efector privado ha tenido que sostener aumentos salariales superiores al 80% contra un 30% de incremento de la obra social estatal. El Dr. Carlos Sánchez Posleman consideró que es urgente tomar medidas hasta que se estabilice la inflación, entre ellas el aumento de aportes y la reducción del gasto, porque hay estudios que indican los médicos que no son necesarios. “Hay insumos que cuestan 30 millones de pesos y hay marcapasos de un millón de pesos y otros de cinco millones, depende del tipo que requiera el paciente. El último stent que pusimos costó 32 millones de pesos y eso lo compró la OSEF directamente al distribuidor”.

Río Grande.- El Dr. Carlos Sánchez Posleman fue consultado en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la situación de la salud en los últimos meses, dado que ya era crítica y ahora debe enfrentar el golpe de la inflación. “Desde diciembre hubo cambios y la crisis se ha profundizado considerablemente. No se ha podido acompañar el aumento del costo de las prestaciones. En noviembre y diciembre tuvimos que dar un 17% de aumento cada mes para los sueldos, y en febrero un 30%. En marzo nos queda un 15% y estamos en más del 80% de aumento de sueldos. Lo único que hemos recibido por el principal financiador, que es OSEF, es un 30%. Esto hace que el sistema esté totalmente desfinanciado y con serias dificultades para poder seguir dando las prestaciones como las estábamos dando hasta este momento, si no se puede corregir la situación”, advirtió.

Respecto de la deuda de la OSEF, indicó que “se ha licuado por la inflación y por el no aumento de valores. El problema que tenemos es que hay un atraso en las prestaciones porque no se cumplió el contrato establecido. El presupuesto de la obra social no alcanzaba y no pudo otorgar los aumentos estipulados en el contrato. Esta es la discusión que tenemos y estamos tratando de ver cómo lo podemos resolver, porque no podemos seguir trabajando cuando el financiador no cumple con las pautas contractuales. Comprendemos que la situación es difícil, y entre todos los efectores estamos tratando de ver qué solución encontramos para cubrir las necesidades de toda la población”, dijo.

Además dio cuenta de las gestiones de compra que realiza el privado cuando la OSEF no puede cumplirlas. “Nosotros excepcionalmente proveemos de marcapasos o prótesis a la OSEF, porque en algunos momentos tiene dificultad de compra. Si es urgente, nosotros lo compramos, lo proveemos, y después se lo facturamos a la OSEF. Hay insumos que cuestan 30 millones de pesos y hay marcapasos de un millón de pesos y otros de cinco millones, depende del tipo que requiera el paciente. El último stent que pusimos costó 32 millones de pesos y eso lo compró la OSEF directamente al distribuidor. Independientemente de quién sea el que lo compra, el aumento de los insumos ha sido exponencial con respecto al ingreso de la obra social, que depende de los sueldos”, expresó.

“No solamente están los insumos, sino también el costo de los medicamentos. El presupuesto de la obra social se iba en un 30% en medicamentos y ahora les está llevando más del 50%. Son precios que no se pueden controlar porque los impone la industria farmacéutica y uno queda preso de esos valores. Es muy difícil poder sostener el sistema cuando no hay aumento de sueldos y el costo de la prestación aumenta considerablemente”, sostuvo.

“A pesar de que el dólar se ha estabilizado, hemos tenido también inflación en dólares con respecto a los insumos y aparatos. Si no es por el dólar, es por la inflación, pero todavía no hay una estabilidad. Los proveedores siempre se están cuidando las espaldas por las dudas y esperemos que esto se revierta rápidamente, que la inflación baje y podamos empezar a sincerar los precios. Allí tendremos más claridad en el costo de la salud”, confió.

Volviendo sobre la situación de la OSEF, remarcó que el sistema de salud “se nutre de los sueldos, entre lo que aporta el empleado y el empleador. Con la jubilación de los 25 inviernos, se armó un fondo de rescate para el sistema previsional, pero no para la obra social, teniendo en cuenta que gran cantidad de gente se jubiló y pasó a aportar solamente el 3%. Esa masa de jubilados es muy importante con respecto a los activos, y ha crecido en edad, con lo cual empiezan a consumir más servicios. Realmente con el 3% de un sueldo promedio no alcanza. Un haber de 700 mil pesos aporta 21 mil pesos al sistema de salud, cuando en cualquier prepaga el mínimo es de 150 mil pesos. La diferencia es abismal y la prestación es la misma. La obra social es deficitaria y para resolver esto hay tres ítems para modificar, primero, tratar de controlar el gasto. Para esto hay que protocolizar las prestaciones médicas, ver los estudios que se necesitan, porque muchos médicos piden estudios innecesarios y se gasta más de lo necesario. Segundo, hay que tratar de que el financiador sea más eficiente en su gestión de compras, cambiando el sistema. No se puede salir a licitar medicamentos o pagar en forma diferida. Hay insumos caros que se compran en forma aislada. La tercera medida es el aumento de los ingresos. Puede haber un pequeño aumento de los aportes, y no se puede pedir mucho porque los sueldos no están aumentando. Por otro lado, así como hubo un fondo de salvataje para la caja, va a haber que crear un fondo de salvataje para la obra social, hasta tanto se nivele esto con el tiempo y el salario se recupere con respecto al resto de las cosas. En toda esta transición va a haber que tomar alguna de estas medidas para poder seguir sosteniendo el sistema de salud y que la gente pueda tener prestaciones como corresponde”, analizó.

 

Esfuerzo conjunto

 

Consultado acerca de la posibilidad de una fusión del sistema público y privado, dijo que “es posible y de hecho en el hospital de Río Grande estamos trabajando en el servicio de imágenes junto con la gente del hospital Italiano y el Sanatorio San Jorge. Hacemos todos los informes de las tomografías, mamografías y rayos X. También hemos ganado la licitación para poner el recurso médico para el servicio de hemodinamia. Es una alternativa que se está fortaleciendo en Río Grande, no en Ushuaia porque no se han dado las condiciones. Yo creo que el sistema tiene que ir a una integración y que tenemos que trabajar en conjunto para bajar los costos y ser más eficientes”, señaló.

 

Migración de profesionales

 

Por último planteó la falta de profesionales y la pérdida de calidad en la formación. “El poder adquisitivo de los médicos ha hecho que mucha gente no quiera estudiar medicina, primero por los años que tiene que invertir y después por la poca retribución económica que puede recibir, especialmente en las especialidades clínicas. La falta de médicos pediatras y médicos internistas, que son la primera línea de atención médica, es muy importante. Cada vez hay menos gente y con menor preparación. Eso hace que el sistema entre en crisis y se genere mayor cantidad de gasto”, explicó.

Respecto de la menor preparación de los nuevos médicos, lo atribuyó a “la crisis de educación que vive el país, el deterioro de la educación media y la educación universitaria. Esto hace que cada vez tengamos profesionales menos preparados y lleva más tiempo formar a los profesionales”.

“Hemos perdido profesionales porque no pueden pagar el alquiler con lo que facturan y tener un estándar de vida aceptable, de acuerdo a las horas de trabajo. Han vuelto a su lugar de origen y, si bien facturan menos, el costo de vida es mucho menor. El tema de los alquileres en Ushuaia es muy importante, independientemente de la ley de alquileres”, concluyó.

 

 

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