En dos años se fueron treinta médicos del sistema público

El Dr. Julio Torres, representante de SIPROSA, aseguró que en dos años se fueron treinta médicos del sistema público de salud, y que nunca se vio tal disparidad entre la cantidad de médicos de planta y médicos contratados. La diferencia salarial es abismal y una guardia se paga 500 mil pesos al contratado, y 100 mil pesos al personal de planta. En materia salarial un ingresante supera apenas los dos millones, mientras que en el privado llegan a cobrar el doble con dos o tres días de atención. También hay una migración de profesionales de planta al sector privado. “Nosotros tenemos la camiseta puesta, pero el médico que recién llega está buscando su bienestar y, si el bienestar de su familia está en el sector privado, pegan el salto y no podemos criticar eso. La crítica es hacia el sector público, que no está brindando los requerimientos que solicita el profesional”, dijo.

Río Grande.- El Dr. Julio Torres, integrante de SIPROSA, fue consultado en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la falta de profesionales de planta en el sistema público de salud, y aseguró que nunca se vio tanta cantidad de contratados como en la actualidad, con una gran disparidad en las remuneraciones.

“La falta de profesionales no es nueva y nosotros lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo. Esta situación no surge de la nada, sino que se van sumando factores que hoy eclosionan de una forma que era previsible. Los directores de los hospitales han hablado del desfinanciamiento de los hospitales públicos y esto viene ocurriendo sistemáticamente desde hace un tiempo. Obviamente trae aparejado una falta de profesionales, por profesionales que se están yendo al sector privado o vuelven a su lugar de origen”, dijo. 

“Hay un aumento de profesionales contratados y, de no mediar un cambio de rumbo, ya habíamos dicho que iba a pasar lo que está pasando. No nos alegra que se estén cumpliendo nuestros vaticinios, sino al contrario, nosotros creemos que la salud pública de la provincia debería fortalecerse con políticas sanitarias que apunten a esto, y esto tiene que venir acompañado por una política salarial. La mano de obra profesional es una mano de obra importada, porque viene de las grandes capitales donde están los centros de formación, y los profesionales tienen que migrar de su lugar de formación”, manifestó. 

Con respecto al número de profesionales, indicó que “han ingresado cerca de 200 vacantes de enfermería al sector profesional y no estamos en contra de esto, porque nos parece importante que los enfermeros sean profesionales, pero esto no refleja la verdadera necesidad, que son los profesionales de otras áreas, como los médicos especialistas, los odontólogos, psiquiatras, donde no hubo un aumento sino un descenso en la planta permanente. También mucha gente ha optado por la modalidad del part-time”. 

Comparando el 2022, cuando había 350 profesionales, con el 2024, con 320 profesionales, señaló que “hay 30 médicos menos. Los itinerantes normalmente lo que están cubriendo es el sector de guardia externa de pediatría y clínica médica, y están cobrando su guardia de 24 horas cerca de 500 mil pesos; mientras que un médico de planta está cobrando 100 mil pesos. Estamos hablando de cinco veces menos. Con el arraigo ha habido una mejoría, pero a costa del médico de planta, que tiene que hacer diez guardias en el mes para poder aumentar un poco el valor de su guardia”, sostuvo.

“Un médico recién ingresado en el hospital está en los dos millones doscientos mil pesos más o menos, si no sumamos el plus de vivienda y si tiene alguna especialidad como una maestría o un doctorado”, informó sobre ingresos que no tienen punto de comparación con el privado. 

“Están faltando muchas especialidades y hay muchos servicios que directamente están tercerizados, como oftalmología. Hay una oftalmóloga que viene cada 15 días. En neurología tampoco tenemos profesionales y hay un neurocirujano que está contratado en forma itinerante. En nefrología tenemos mitad y mitad, hay gente de planta, gente contratada y gente part-time. En dermatología tenemos gente part-time y una sola profesional de planta. En traumatología hubo dos ingresos recientes a la planta y había un solo traumatólogo, el resto son médicos contratados. En urología no hay profesionales de planta y se está tercerizando. En imágenes se terceriza casi todo y lo hace gente de fuera del hospital. En pediatría se cubre la internación, pero no la guardia, por lo cual el 90% de los médicos de guardia vienen de afuera por unos días y vuelven a su provincia”, detalló.

“Esto nunca ocurrió. Ha habido en algún momento algunos contratados en algunos servicios como hemodinamia, porque era muy difícil conseguir especialistas, pero hoy estamos hablando de especialidades como la pediatría y la clínica médica. Jamás ocurrió que tuviéramos que contratar gente de afuera en estos servicios, pero hoy es la regla”, subrayó.

“El hospital de Río Grande siempre se comportó como un hospital de tercer nivel, donde está la mayor complejidad. Con el devenir de las políticas de los distintos gobiernos, la tecnología ha ido disminuyendo y ha crecido mucho el sector privado. El CEMEP era un lugar donde se atendía consultorios externos, y no mucho más. La terapia intensiva del CEMEP no existía. De hecho, el plantel del CEMEP se acrecentó con los médicos que se fueron del hospital. Todos los médicos que crearon la terapia intensiva del CEMEP son médicos que huyeron del hospital para ir al sector privado. Hoy tienen una terapia intensiva fuerte y están en igualdad de condiciones con el hospital”, expresó.

La falta de profesionales llega al punto de tener que contratar médicos privados para operar la aparatología. “En el hospital de Río Grande tenemos un aparato de última generación de hemodinamia, que se puso en funcionamiento el año pasado, y está en manos de médicos que vienen de la clínica San Jorge de Ushuaia”, dijo.

 

Migración permanente

 

Si bien hay incorporaciones de profesionales médicos, los recién llegados no demoran mucho en migrar al privado. “Lamentablemente la propuesta del hospital deja de ser atractiva y a veces el profesional es tentado con una propuesta mentirosa, donde se pone un sueldo final que incluye diez guardias por mes o plus de vivienda. Les dicen que van a cobrar más de cuatro millones, pero eso es real si hacen diez o doce guardias por mes. Estamos hablando de una persona que casi no está en su casa. Cuando ven que eso en el sector privado lo pueden hacer con dos o tres días de atención simplemente, tienden a migrar. Nosotros tenemos la camiseta puesta, pero el médico que recién llega está buscando su lugar y su bienestar. Si el bienestar de su familia está en el sector privado, pegan el salto y no podemos criticar eso. La crítica es hacia el sector público, que no está brindando los requerimientos que solicita el profesional”, enfatizó.

 

Deuda con hospitales

 

Por otra parte, se refirió a la deuda que mantienen obras sociales, entre ellas la OSEF, con los hospitales públicos. “Esto tiene que ver con una cuestión de gestión de las autoridades donde no tenemos injerencia. Siempre hemos prendido las alertas y hemos dicho que es importante el recupero de las obras sociales, porque brindar una atención especializada tiene que tener un recupero importante. En su momento denunciamos que prácticas que se hacían en el hospital por diez pesos en el privado se hacían por cien. Había una diferencia de diez veces entre lo que facturaba el privado y el hospital, siendo las mismas prácticas. Con esta diferencia no hay sistema que se pueda sostener y estamos pidiendo que se cobre lo que corresponde a los efectores de salud, que son las obras sociales y las prepagas”, concluyó.

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