El referente de la Cámara Hotelera Gastronómica de Tierra del Fuego evaluó el movimiento turístico del último fin de semana largo, donde advirtió sobre los desafíos del sector y reclamó mayor control estatal sobre la oferta no habilitada. También reflexionó sobre el consumo, la rentabilidad y las señales que deja el turismo nacional rumbo a la temporada alta. En este marco, consideró que “fue un fin de semana relativamente bueno, marcado por la llegada anticipada de la temporada”.
Ushuaia.- José “Pepe” Recchia, dirigente histórico de la Cámara Hotelera Gastronómica de Tierra del Fuego, trazó un balance del fin de semana largo y lo definió como “relativamente bueno”, en línea con lo que suele ocurrir en Ushuaia cuando la afluencia turística depende de planificaciones con mucha anticipación.
Recordó que, a diferencia de destinos masivos como Mar del Plata o la Costa Atlántica, donde los fines de semana largos generan picos inmediatos, Ushuaia funciona bajo otras dinámicas, dado que “somos un destino lejano de los grandes centros consumidores; la mayoría programa con tiempo y no se mueve solamente por un feriado”, dijo a FM Master’s.
Aun así, destacó que “noviembre ya marca el inicio práctico de la temporada alta, dado que empieza el turismo antártico, el trekking, quienes vienen a conocer el destino más allá de la nieve o el esquí, todo eso empuja la ocupación”, explicó.
La brecha entre grandes hoteles y pequeños establecimientos
Uno de los ejes centrales del análisis de Recchia fue la diferencia de comportamiento entre los hoteles de mayor categoría, que registraron buena ocupación, y los más pequeños, especialmente los de menos de 3 estrellas, cabañas o establecimientos de 10 a 20 habitaciones.
“Ahí se complica un poco más, tienen pocas unidades, no pueden trabajar con muchas agencias, y compiten directamente con los departamentos turísticos, esa competencia es muy fuerte”, planteó.
Recchia subrayó un dato clave al plantear que “en Ushuaia, la hotelería formal de tres estrellas hacia arriba mantiene estándares de calidad que permiten competir con destinos internacionales”.
Según dijo, esto es resultado de la reinversión constante del sector, donde “la calidad y el servicio acá son muy buenos, lo que se gana se vuelve a invertir en infraestructura, en mantenimiento, en mejorar la experiencia del turista, esa es nuestra ventaja”.
El impacto del alojamiento no habilitado: 2.300 direcciones detectadas
El dirigente reveló las cifras de la aplicación nacional que utilizan las cámaras hoteleras para detectar oferta informal, al señalar que “hasta hace seis meses, teníamos 2.300 direcciones publicadas en Ushuaia que no estaban habilitadas, es un número enorme”, advirtió.
Si bien comentó que “algunos departamentos de la periferia volvieron al alquiler tradicional por frustraciones o inconvenientes con turistas, desde llamados de madrugada hasta reclamos por fallas básicas, la problemática sigue siendo profunda”.
Recchia remarcó que “este sistema permite geolocalizar cada oferta ilegal y derivar la información a los organismos de control”.
Por tal motivo, sostuvo que “lo compartimos con la Municipalidad, con InFueTur, sabemos dónde están, pero no es fácil controlar por falta de personal, tiempo y recursos”.
Para él, el problema no solo es comercial, sino de seguridad, dado que “el que no se habilita no va a hacerlo por voluntad propia y además hay un riesgo, si ocurre una desgracia en un departamento sin habilitación, el juicio afecta al dueño y al edificio entero”.
El Estado y la capacidad de controlar: un debate que vuelve
Consultado por la eficacia de los controles, Recchia fue contundente al sostener que “si hubiese medios económicos y humanos suficientes, no estaríamos hablando de esto, ni de departamentos ilegales, ni de salmoneras, ni de nada, es una cuestión de capacidad operativa”.
Consideró, sin embargo, que es “positivo que haya diálogo y herramientas nuevas, incluso si el ritmo es más lento del ideal, lo importante es avanzar y generar seguridad para quien nos visita”.
La discusión por la moratoria y la tensión entre quienes pagan y quienes no pueden
Sobre la moratoria impulsada en la Legislatura, Recchia la valoró como una “herramienta útil, aunque reconoció la contradicción que genera, dado que sirve para el que quiere cumplir y no puede, pero el que siempre paga se siente un tonto, es inevitable esa discusión”.
Aseguró que la “clave de fondo es tener una economía estable que permita rentabilidad suficiente para que todos puedan estar al día, lo más importante sería que todos puedan cumplir, pero para eso se necesita previsibilidad”.
Señales para la temporada: ocupación alta, pero rentabilidad baja
El balance del fin de semana y el récord que tuvo la costa atlántica encendieron una expectativa moderada para lo que viene, para lo cual Recchia observó con buenos ojos el “movimiento turístico a nivel nacional, hay un nicho de gente que quiere salir, que aspira a viajar, eso es positivo”.
Sin embargo, fue claro al marcar el desafío principal del sector que el “tener 85% de ocupación está buenísimo, pero la rentabilidad está muy complicada, entre costos, tarifas y gastos de operación, mantener la calidad es cada vez más difícil”.
Y añadió una mirada a largo plazo al señalar que “vivimos en Argentina, esto es cíclico, los que peinamos canas sabemos que va a pasar, ojalá sea para bien y que podamos salir adelante, más allá del color político”.
Consumo argentino: entre el “gasolero” y el que no mira precios
El dirigente analizó también el comportamiento del consumo turístico en todo el país. Lo definió con precisión sociológica al marcar que “existe un público de alto poder adquisitivo que llena restaurantes y hoteles de lujo, incluso con precios altísimos, pero la mayoría de los argentinos sigue siendo gasolera, incluso cuando viaja al exterior”.
“Hay restaurantes que te rompen entero y tienen reservas para dentro de tres meses. Hay público para eso. Pero después está el intermedio, que se acomoda a lo que le alcanza”, señaló.
Sobre los fines de semana largos, observó un fenómeno creciente, al considerar que “muchos aprovechan estos fines porque los precios son más amigables que en enero y después en verano eligen otros destinos, una carpa vale tres veces más en enero”.
Un mensaje final en el Día del Empresario Hotelero Gastronómico
Por último, Recchia dejó un saludo especial por el 25 de noviembre, Día del Empresario Hotelero Gastronómico y en este marco dijo que “somos emprendedores que apostamos siempre, incluso en situaciones complejas, reinvertimos, mejoramos, sostenemos nuestros establecimientos, ojalá siga habiendo trabajo y buena rentabilidad”.

