“Algunos hablan de problemas de gestión pero es un problema estructural”

El vicepresidente de la OSEF, Leonardo Olgiatti, aseguró que el problema de la obra social no pasa por la gestión sino por un déficit estructural, que viene de arrastre por los años de congelamiento salarial, agravados por el aumento de la salud en general. En pandemia el escenario se complicó más incluso para países del primer mundo, y la salud tiene índices diferenciados que superan el 100 ó 200%. Puso en manos de la Legislatura la decisión de resolver sobre las propuestas realizadas para aumentar los ingresos y achicar el déficit y, respecto de la modificación del Directorio que piden los gremios, observó que ese modelo “ya existió y no funcionó”. Detalló algunas medidas que se tomaron para bajar costos, y adelantó una propuesta de pronto pago a las prestadoras, con una quita del 30%, en la que se seguirá trabajando.

Río Grande.- El vicepresidente de la OSEF, Leonardo Olgiatti, explicó por FM La Isla el origen de la crisis que vive la obra social estatal, que es estructural según expresó y no atribuible a problemas de gestión, como también las alternativas que están manejando para minimizarlo y empezar a equilibrar las cuentas.

Reconoció que hay un déficit del 60%, es decir que “de diez prestaciones se pagan cuatro. Este es el ejemplo más claro y lo que se expuso en la Legislatura en la presentación que hicimos”, dijo.

Respecto del origen de esta crisis, se remitió a la separación de IPAUSS en la caja de jubilación y la obra social: “Existía una deuda del gobierno provincial y se estipuló el pago en 180 cuotas a la obra social que, en este contexto inflacionario, se licuó. El segundo problema grande fue el congelamiento salarial de los cuatro años de la gestión anterior, agravado por el aumento constante de las prestaciones médicas. El congelamiento salarial congeló los ingresos de la obra social, pero los gastos fueron en constante aumento. El tercer punto es el contexto inflacionario del país, porque la inflación que se conoce en general no es la misma para la salud, que llega al 50 o al 100% más”, afirmó.

“Canadá, que es uno de los países más ordenados y con uno de los mejores sistemas de salud, tiene una inflación anual del 2,2% pero la última inflación interanual en salud fue del 6%”, señaló como ejemplo de un fenómeno mundial a partir de la pandemia.

“Otro punto es la tecnología, que no es sólo equipamiento sino medicamentos, porque también son avances tecnológicos. La nueva tecnología no reemplaza la vieja, sino que hay una acumulación y hace que las prácticas sean cada vez más onerosas. Se suma en Tierra del Fuego la modificación de los grupos etarios, y esto también le pasa a la caja de jubilación: se necesitan cada vez más activos para sostener a los pasivos y, gracias al avance en medicina, la expectativa de vida de las personas se va incrementando”, observó.

El gobierno dijo que desde su asunción hay un aumento del 100% en el marco de la recuperación salarial, pero aun así el déficit se mantiene “porque en medicamentos tenemos un incremento interanual del 200 ó 250%. Se recuperó gran parte del salario y hubo aumentos considerables, pero veníamos con un desfasaje muy importante. Sin esos aumentos la crisis sería peor, y en medio apareció la pandemia”, reiteró.

 

Farmacia con nuevos convenios

 

Sobre la farmacia informó que “se implementó la auditoría de la Cámara Farmacéutica, que establece normas de control y a su vez nos genera un recupero de casi cuatro millones mensuales. Es decir que se recupera parte de lo que se gasta en medicamentos. Hemos hecho un convenio con las clínicas sanatoriales y establecimos un monto fijo para internación, que antes eran por prestación. Con ese monto fijo tenemos un techo para el gasto, y antes los convenios no tenían pautas claras de redeterminación de valores, que ahora están. Van atados a una fórmula que se compone del 50% de la pauta salarial que establece ATSA y el 50% de los recursos que recibimos. Con esto vamos equilibrando la situación. Antes no existían normas para el ajuste de valores, se acordaban y se firmaba”, recordó.

Espera que con estas medidas se vaya reduciendo la deuda con prestadores, o al menos no siga aumentando. “Con estas cláusulas de ajuste que se firmaron con los dos prestadores más grandes tenemos pautas claras y hay un mayor control de los incrementos de las prestaciones médicas. Se hizo esto justamente para contener el nivel de deuda”, dijo.

En cuanto al corte de servicios del CEMEP, que fue suspendido por la negociación en marcha, con un reclamo de más de 200 millones de deuda, Olgiatti aclaró que “es el total de la deuda hasta el momento. En esta deuda que reclama el CEMEP está incluido julio, agosto, septiembre y octubre, que es la deuda vencida pero no toda es exigible. De todos modos es importante destacar la voluntad que siempre tienen ambas clínicas, que entienden la situación que está pasando la obra social. Además, nosotros somos el financiador del 60 ó 70% del sistema de salud provincial y todos entendemos que, si le va mal a la obra social, le va mal a todos y colapsa el sistema de salud. En este contexto las clínicas ponen mucho de su parte para llegar a estos convenios, donde ellos resignan algo, y la obra social puede sentarse en una posición más cómoda”, manifestó.

 

Pronto pago con descuento

 

Adelantó además que “está en tratativas una propuesta que hicimos de un pronto pago, como tienen algunas obras sociales privadas, donde la prestadora recibe el pago de su factura a los diez días y se le hace una quita del 30%. Luego se somete a una auditoría en los 90 días posteriores. A la obra social la beneficia el 30% de quita sobre los valores actuales. En esto se está trabajando y creo que va a tener buena aceptación”, confió.

 

Diferencias internas

 

Por otra parte, se le preguntó sobre las fricciones internas con el personal, y aseguró que son una minoría. “Hay diferencias como en todos los lugares de trabajo. Yo estoy en Ushuaia y la relación con los empleados es buena. Estuvimos trabajando con la farmacia para sacar expedientes con atraso, lo mismo con los prestadores para llegar a fin de año con un devengamiento adecuado. Como en todo ámbito de trabajo existen asperezas, pero se intentan calmar para que no afecten la dinámica diaria. Hay muchos empleados que quieren acompañar, que tienen mucho sentido de pertenencia y quieren sacar la obra social adelante. Es el 90% de los empleados y se sigue trabajando para mejorar las relaciones interpersonales”, indicó.

 

Medicamentos

 

En materia de medicamentos y falta de stock de la farmacia propia, que aumenta los costos, dio a conocer que está en vías de solución. “Hay problemas en las compras y hay observaciones que viene haciendo históricamente el Tribunal de Cuentas. Esto se cambió en el pliego licitatorio y esta semana firmamos la autorización para la provisión de insulina para todo el período vacacional, que son aproximadamente 40 millones de pesos. Hay cosas que se van a ir cambiando, había procedimientos que no cumplían con la normativa o tenían algunas falencias y en eso se está trabajando”, aseveró.

“Faltan cosas pero la obra social tiene 55 mil afiliados, aproximadamente el 60 ó 70%, que son entre 30 y 40 mil personas reciben una prestación y/o un medicamento por mes; y no existen 40 mil reclamos. Hay reclamos por supuesto y no deberíamos tener ninguno, pero también es importante destacar que, en medio de una pandemia y con problemas serios de recursos financieros, la obra social no deja de atender a sus afiliados. Tenemos dificultades y se está trabajando para solucionarlos”, reiteró.

“En Tesorería tenemos para pagar 129 millones de pesos a laboratorios y droguerías y todo recae en lo mismo, el problema estructural de recursos de la obra social. Algunos hablan de problemas de gestión pero cuando uno no puede pagar seis de diez prestaciones, ya no pasa por un problema de gestión y es un problema estructural. Esto lo venimos planteando a la Legislatura y esperamos que tenga un buen desenlace”, manifestó.

 

La reforma propuesta

 

A propósito del ámbito legislativo, hay propuestas de aumentar los aportes y por otro lado un proyecto de los sindicatos para cambiar la integración del Directorio. “Quienes nos legislan deberán decidir si corresponde la reforma que proponen los gremios o no. La conformación del directorio que se pretende ya existió y no funcionó, así que me remito a las pruebas, pero eso lo deberán decidir los legisladores. Tuve una charla bastante productiva con ATE, y hablamos sobre todos estos temas y cómo podemos salir adelante, porque acá hay que trabajar entre todos”, subrayó.

“También deberán determinar si lo que pretende la obra social puede ser viable -apuntó sobre el aumento de aportes-. En caso de que no lo sea, buscaremos otra manera, como la adhesión a algún sistema nacional de salud. Hay algunas alternativas pero hoy planteamos esto y estamos esperando que se trate, en caso de que no sea viable se verá la alternativa”.

También negó deudas del Estado provincial. “La única deuda que se mantiene es la de las pensiones RUPE y a su vez la obra social le debe a los hospitales. El Estado provincial gira todos los meses lo que corresponde a aportes y contribuciones”, sostuvo.

 

Óptica

 

Finalmente se refirió al funcionamiento de la óptica y la decisión de hacer convenios con privadas. “Hay un convenio firmado para la provisión de lentes, y quisiera que me digan cuántas obras sociales tienen óptica propia. A veces no se llega a toda la población y en ese marco se hizo un convenio, que es muy parecido al que tiene PAMI, con valores similares. Con esto se solucionó el problema y vamos a seguir por ese camino”, concluyó.

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