Stefani consideró “una vergüenza” que el aula magna se llame Santiago Maldonado

El diputado nacional de Juntos por el Cambio Héctor Stefani calificó como “una vergüenza y una falta de respeto a los fueguinos” que el aula magna de la Universidad de Tierra del Fuego se llame Santiago Maldonado. Informó que mantuvo un diálogo con el rector actual para pedir explicaciones y aspira a un cambio de nombre. Remarcó que se trata de una casa de estudios que forma en el “pensamiento crítico”, independientemente de las ideologías partidarias, y esta denominación implica su utilización “como una unidad básica militante”. También se refirió a la sesión de este jueves de la Cámara baja, en la que se aprobaría el presupuesto nacional. Adelantó su posición en contra y sostuvo que es “un mamarracho” el proyecto presentado, por lo cual será “una simple formalidad” la votación.

Río Grande.- El diputado nacional Héctor Stefani (Juntos por el Cambio) fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre el pedido de cambio de nombre del aula magna de la Universidad de Tierra del Fuego. “Yo tengo una visión muy particular sobre este tema y he tenido un montón de comentarios acerca de por qué el aula magna de la universidad, que es un lugar donde se forman los fueguinos con razonamientos críticos e independientes de cualquier ideología, tiene el nombre de Santiago Maldonado. Maldonado fue un militante que protestó en un corte de ruta, se ahogó en un río y hay 55 peritos que dicen que se ahogó sin que mediara ningún tipo de violencia. Su hermano percibe un subsidio del Estado de arriba de 200 mil pesos y lo va a seguir percibiendo, y en lo personal me parece una vergüenza que se llame Santiago Maldonado el aula magna de la facultad”, fustigó.

Uno de los nombres adecuados podría ser Perito Moreno o el de cualquier referente representativo de Tierra del Fuego: “Hace pocos días terminé de leer un libro sobre la vida del Perito Moreno. A los 23 años se le ocurrió una aventura por la Patagonia, emprendió su primer viaje en tren, siguió en carreta hasta Bahía Blanca, y después fue a caballo hasta el Nahuel Huapi. Empezó a delimitar la frontera entre Chile y Argentina, que es la tercera frontera más larga del mundo. Recorrió el río Santa Cruz, llegó hasta Tierra del Fuego y le dedicó toda su vida a la Patagonia. Es un perfecto desconocido para muchos patagónicos, pero hay muchos como el Perito Moreno, muchos pioneros que le dieron su aporte cultural e intelectual a Tierra del Fuego, y nosotros le ponemos Santiago Maldonado al aula magna”, criticó.

“Me parece una falta de respeto a los fueguinos, y es utilizar la universidad pública, que es de todos, como una unidad básica militante. Primero hay que cambiar el nombre, por eso pedí una entrevista con el actual rector, para que me explique cuál es el sentido de que lleve este nombre el aula magna donde deberían concursar los profesores y dar una clase magistral para poder ser titulares de cátedra”, señaló.

“No sé cuál es el mérito para que Santiago Maldonado sea el nombre, un militante que protestó y se ahogó en un río. No tiene nada que ver con Tierra del Fuego y es una falta de respeto a los fueguinos”, reiteró.

 

Presupuesto nacional

 

Con respecto a la sesión de este jueves en la Cámara baja, en la que se trataría el presupuesto nacional, expresó “no deja de ser una mera formalidad, porque no se discute ni se debate nada. Es un dibujo de este gobierno y no tiene ningún viso de seriedad. El presupuesto es el programa de gobierno que debería ejecutar un país. Para este año planteaba un 30% de inflación y llegamos a un 52%. Tiene dos billones de pesos más de gastos que de recursos, y desdibuja a la Argentina como país y al Congreso como institución”, manifestó.

“Los 13 billones presentados no dicen nada. Sería lo de menos que fuesen 13 billones si estuviesen debidamente estructurados y los argentinos supiéramos en qué se va a gastar, quién va a ser el responsable de ejecutar esas políticas públicas, cómo se va a controlar después que ese presupuesto impacte en el territorio. El tema es que tenemos un dibujo a la vista, este es un país hiper presidencialista, cero federal, y el presidente tiene muchísima discrecionalidad. Yo voy a votar por la negativa porque este presupuesto no tiene ningún sentido para la Argentina”, adelantó.

“No estamos discutiendo en el Congreso ningún tipo de ley que marque el rumbo que va a seguir el país ni un plan de gobierno. Estamos planteando una votación meramente formal de un dibujo que, en palabras del ministro Guzmán es pura sarasa, en un gobierno que no tiene rumbo, que está perdido y emite dinero irresponsablemente. No vamos a debatir nada serio en el Congreso sino que vamos a cumplir con una formalidad. Lo que estamos votando es un mamarracho y cualquier tipo que sea coherente no lo puede votar positivamente”, consideró.

Se le preguntó si, en caso de no aprobarse el presupuesto, se trunca la posibilidad de acuerdo con el FMI: “Creo que están lejos de arreglar con el Fondo, que está pidiendo otro tipo de políticas públicas para la Argentina que no son las de este gobierno”, expresó.

 

Ruptura del bloque

 

En cuanto a la repercusión que tuvo la ruptura del bloque radical, que es parte de la alianza, dijo que “a pesar de tener diferentes visiones de la realidad, Juntos por el Cambio demostró que hemos estado siempre juntos. Me parece que es parte de lo que reclama el electorado que nos votó. Hoy es momento para debate interno, para tener posiciones diferentes sobre todos los temas que se quiera, pero hacia afuera es momento de una unidad, porque estamos en una crisis institucional grave en el país. La Argentina necesita salir de este esquema que nos está llevando a la ruina. Para eso Juntos por el Cambio y los partidos que tienen conexión tienen que estar unidos”, sentenció.

Descartó que el gobierno llame a la unidad y al diálogo para terminar con la grieta: “El gobierno no va a llamar a la unidad y ya lo demostraron después de las PASO. Lo que están haciendo es radicalizar un modelo que lleva a la Argentina a un abismo. El país está muy complicado del punto de vista económico. El Estado gasta más de lo que le entra y en el presupuesto está planteado que tiene 8 billones de recursos y 10 billones de gastos, es decir 2 billones más de gastos que de ingresos. La solución del problema no pasa solamente por el déficit, sino por cambiar las reglas de juego, cambiar la legislación laboral, la legislación tributaria. Desde el ’94 está pendiente la nueva ley de coparticipación federal, es un país centralista y tiene concentrado el 40% de la población en tres provincias y el 37% del PBI; y toda la Patagonia y todo el Norte dependen de la coparticipación, que son recursos naturales. La gente no tiene idea de cómo se sustenta el Estado y los gobernadores están más preocupados por tener más fondos de coparticipación que por desarrollar económicamente sus provincias. Nosotros podríamos vivir mejor que en Suiza y no nos damos cuenta de que el cambio de las reglas de juego tiene que ser ya, porque la situación es muy grave”, concluyó.

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