El rompehielos Almirante Irízar ya viaja a la Antártida

Es para cumplir con la tercera y última etapa de la «Campaña Antártica de Verano. El buque de la Armada cumplió tareas de reabastecimiento y control de equipos en la capital de Tierra del Fuego, antes de encarar el nuevo periplo que lo llevará hasta las bases San Martín, Marambio, Esperanza, Petrel, Carlini, Orcadas y Decepción donde reabastecerán de materiales y víveres a las dotaciones, retirarán residuos y llevarán personal para invernar.

Ushuaia.- El rompehielos Almirante Irízar ya viaja a la Antártida para la última campaña de verano.

La emblemática embarcación de la Armada Argentina cumplió tareas de reabastecimiento en Ushuaia y ya se encuentra de camino a la Antártida.

El rompehielos «Almirante Irízar» ya se encuentra nuevamente en viaje desde Ushuaia hacia la Antártida Argentina para cumplir con la tercera y última etapa de la «Campaña Antártica de Verano (CAV) 2022/2023», confirmaron este miércoles fuentes oficiales a la agencia Télam.

El buque de la Armada Argentina cumplió tareas de reabastecimiento y control de equipos en la capital de Tierra del Fuego, antes de encarar el nuevo periplo que lo llevará hasta las bases San Martín, Marambio, Esperanza, Petrel, Carlini, Orcadas y Decepción donde reabastecerán de materiales y víveres a las dotaciones, retirarán residuos y llevarán personal para invernar.

Durante el fin de semana, en el puerto local el Irízar realizó un «puente logístico» con el transporte ARA «Canal Beagle» que le trasladó la carga necesaria para sus próximas actividades.

Unos 250 mil kilos de carga general (materiales de construcción, pinturas y amoblamientos de un laboratorio antártico multidisciplinario, entre otras), además de 120.000 litros de combustible (gasoil antártico y tubos de gas) y 40.000 kilos de víveres (secos, refrigerados y frigorizados) fueron traspasados al rompehielos durante las tareas en el puerto de Ushuaia.

Por otro lado, el Irízar descargó residuos antárticos y otros materiales de repliegue para su tratamiento o traslado a la ciudad de Buenos Aires, según informó el sitio oficial de la Armada, Gaceta Marinera.

El buque al mando del capitán de navío Carlos Recio ya había navegado 7200 millas náuticas (13.334 kilómetros) durante 52 días para cumplir con el cronograma de actividades planificado por el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) en la segunda etapa de la CAV.

En esa fase de actividades había llegado hasta la base Belgrano II, la más austral del país, donde con el apoyo de dos helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros de la Armada Argentina se desarrollaron las tareas logísticas de «reabastecimiento de material científico, combustibles, lubricantes, víveres frigorizados y refrigerados, material de construcción y carga general».

También en Belgrano II se concretó el retiro de todos los denominados «residuos históricos», una tarea que durante muchos años se vio postergada por distintos factores, «cumpliendo así una demanda clave para dicha base, que favorece su organización y funcionamiento en lo dispuesto respecto al control de la contaminación», informó Gaceta Marinera.

Además, el rompehielos realizó tareas logísticas que incluyeron la descarga de material general y científico en las bases Petrel, Decepción, Primavera y Esperanza, totalizando el movimiento de «565 toneladas de carga y más de 630.000 litros de gasoil antártico».

El comandante del buque declaró que durante esa etapa, la unidad «cumplió con todas las tareas emanadas de la orden de operaciones del Comandante Conjunto Antártico, realizando también más de 600 movimientos de personal, científico y militar, entre las distintas bases antárticas conjuntas».

Fuentes: Télam y Gaceta Marinera.

 

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