Cuáles son los puntos delicados en el Senado que podrían complicar al Gobierno

Ganancias tiene el peor escenario y el oficialismo necesitaría de ayuda kirchnerista. Lupa sobre facultades delegadas, privatizaciones, puntos del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, blanqueo y Bienes Personales.

Buenos Aires.- La maratónica sesión de Diputados dejó una victoria inicial a La Libertad Avanza para la reducida Ley Ómnibus y el paquete fiscal. Desde la semana próxima comenzará a debatirse en el Senado, donde al oficialismo le espera un escenario inicial algo optimista para gran parte de las iniciativas, pero con puntos clave que estarían delicados en cuanto a votos y una reinstauración del impuesto a las Ganancias que, de replicarse los movimientos de fuerzas entre ambas Cámaras, presentaría el peor panorama para su sanción definitiva. Es decir, potenciales cambios y regreso en segunda revisión a la Cámara baja.

En el mapa del Senado aparece, como primera minoría, el Frente de Todos. La bancada que comanda José Mayans tiene 33 legisladores, a cuatro del quórum. Con algunas internas que arrastra desde hace largas semanas, la mira del Gobierno estará puesta en un par de gobernadores y la posibilidad de ayudar, con ausencias o abstenciones, algunas votaciones.

Del otro lado aparece el oficialismo, con siete integrantes, y un conglomerado opositor antikirchnerista de 32 senadores. Son los 39 que activaron a las autoridades y se repartieron comisiones el 13 de diciembre pasado. Sin contar al PRO y a la UCR -también con disidencias que se agravan con el correr de los días-, la clave pasa por silvestres que responden a gobernadores y peronistas disidentes sin terminal en mandatarios provinciales.

Sobre el último punto hay que direccionar la mira hacia los patagónicos Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), José María Carambia y Natalia Gadano (Por Santa Cruz) y Lucila Crexell (con juego propio, aunque en buena relación con el gobernador neuquino, Rolando Figueroa); los misioneros renovadores -no massistas- Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, y los peronistas disidentes Carlos Espínola y Edgardo Kueider, ambos sin conexión con el poder de sus distritos.

A los últimos podría sumarse a su compañera de interbloque, la cordobesa Alejandra Vigo, en pleno ajedrez con el mandamás Martín Llaryora y en tironeos constantes con la administración central. Tampoco debe olvidarse al gobernador chubutense, Ignacio Torres, y su influencia sobre Andrea Cristina -lo reemplazó en la Cámara alta- y la radical Edith Terenzi.

 

El espejo con Diputados

 

La reinstauración del Impuesto a las Ganancias -tributo progresivo, si los hay- representa, en la actualidad, la mayor batalla para el oficialismo. En realidad, las volteretas son mayúsculas en todas las fuerzas: los gobernadores lo votarían con las dos manos para resguardar sus gestiones -criticadas a nivel local-, pero muchos tienen el antecedente de haber militado la quita el año pasado. En la misma secuencia se encuentra el propio Milei, que lo avaló como diputado.

En Diputados, el santacruceño Claudio Vidal mandó ayer a sus dos legisladores a ausentarse y a votar de manera negativa, respectivamente; en tanto, el neuquino que responde a Figueroa rechazó. Mismo caso para el rionegrino que tributa a Alberto Weretilneck. Y, de Chubut, la única persona que lo votó fue de La Libertad Avanza.

Durante la quita del año pasado, Espínola y Kueider apoyaron la quita y dieron sobradas señales de no cambiar de opinión en relación con este tema, mientras que Crexell se muestra -en principio- proclive a un impuesto que sea progresivo, aunque no tomará una decisión final hasta analizar a fondo las escalas y potenciales deducciones. En cambio, los misioneros sí dieron un guiño al oficialismo en Diputados.

En caso de no contar con los votos de Silva, Espínola y Kueider, que aparecen como las posturas más claras y, en un recinto con plena presencia -por eso son importantes las eventuales ausencias y abstenciones-, la definición quedaría empatada, de mínima. No obstante, si se agregara -con seguridad- algún santacruceño o chubutense, el oficialismo precisará de la ayuda inevitable del kirchnerismo. En Diputados, por caso, el catamarqueño Raúl Jalil bajó el martes la orden de abstención y acompañamiento.

Otras áreas sobre la que la mayoría de los mencionados tendrían influencia se focalizan, según lo actuado en Diputados, con facultades delegadas, privatizaciones, algunos ítems del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), blanqueo y Bienes Personales, entre otras cuestiones. Ni hablar del tema tabaco, que fileteará a través de un furibundo lobby a la mayoría de los bloques, como ocurrió en la Cámara baja.

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