Era de esperarse la apertura de importaciones del sector electrónico y celulares
La apertura de importaciones del sector electrónico y celulares era de esperarse inmediatamente después de la ampliación del endeudamiento absolutamente impagable con el FMI, violando todas las disposiciones internas e internacionales.
El desmantelamiento del sector industrial, como premisa de máxima, no ha sido posible por las implicancias legales que apareja, pero la eliminación gradual en dos pasos, el primero de ellos a desalentar la inversión y, el segundo, a desposicionar la producción con la apertura, se anotan en ese camino.
Debe recordarse que ello fue posible por la presión directa de DONALD TRUMP, lo que explica la presencia en esas circunstancias del Secretario del Tesoro Scott Bessent y unos días después del Jefe del jefe del Comando Sur de Estados Unidos Craig Faller.
No fueron visitas casuales. Por el contrario, fueron absolutamente CAUSALES. Ambos trajeron en mano un menú de exigencias a un Presidente alineado con la política MAGA de Trump y un país restringido en su poder decisivo por un endeudamiento inducido que debilita la capacidad de decisión.
Básicamente las exigencias estuvieron apuntadas a un menú de imposiciones en materia de recursos naturales, desalentar las inversiones chinas (en guerra económica abierta con el país del norte) y aspectos vitales de la geopolítica en el atlántico sur y Antártida. Esto {ultimo de alto impacto en la provincia.
De esta manera Tierra del Fuego se constituyó en un foco inevitable del desarrollo de políticas económicas y geopolíticas que no están separadas por si mismas. Sino que confluyen en un punto principal. Lograr que la Isla Grande y su área de influencia sea una base de posicionamiento y vigilancia ante hipótesis de conflictos calientes y una consolidación del dominio del corredor bioceánico que, en las actuales circunstancias, tiene en el conflicto económico NORTE SUR su principal explicación.
Es decir, todos estos elementos deben ser conjugados apropiadamente para entender el devenir de los acontecimientos. Las medidas fiscales impulsadas por el gobierno nacional son el reflejo de esa agenda. >La eliminación del FAM, las anunciadas inversiones norteamericanas en el puerto multimodal, que comunicaría directamente con Antártida, el desaliento de las inversiones chinas en la construcción del Puerto de Río Grande, son sus aspectos sobresalientes. Pero no los únicos.
También sobresale el expreso pedido de potenciar el radar de Toluin que, a esta altura de los acontecimiento, resulta casi anecdotico determinar si pertenece a capitales británicos o norteamericanos porque objetivamente es un instrumento bélico de la OTAN.
En definitiva, se trata de lograr un punto de vigilancia aéreo, marítimo y bioceánico en al Atlántico Sur. Poco importa es la provincia, o mejor dicho, lo que definitivamente sobra son los habitantes. El poblamiento de territorios afectados a ese fin es incompatible con el desarrollo de comunidades, existiendo en la materia infinidad de antecedentes que incluso explican el desplazamiento humano.
Las medidas arancelarias, fiscales y parafiscales que afectan nuestra industria tienen para sus impulsores no solo un objetivo económico sino eminentemente geopolítico.
Durante años Tierra del Fuego ha demostrado un alto nivel re resiliencia ante los sucesivos embates de gobiernos liberales (Dictadura militar; Menem; Dela Rua; Macri y MIlei) que han orientado sus políticas en beneficio de una elite agro exportadora en desmedro de la industria y de los habitantes de nuestro país, en el que poco o nada importa el desarrollo de economías alejados de estos preceptos, y menos aun de la soberanía nacional. Pero ahora nos enfrentamos a un enemigo mucho más poderoso. Hemos entrado de lleno en la agenda geopolítica internacional con las peores cartas.
Los fueguinos no podemos correr atrás de los hechos, sino que tenemos que tener una clara sintonía sobre el desarrollo de políticas que tienen incidencia sobre nuestra particular situación. Debemos planificar el futuro. Adelantarnos a los escenarios futuros para dejar de ser comentaristas de los actontecimientos cuando nos impactan de lleno.
En ese sentido, en varias oportunidades, he propuesto la creación de un instituto para la planificación y el desarrollo geoestrátegico de la provincia, con participación de actores permantes, como el CADIC, las universidades, la Armada Argentina, Prefectura, etc, que propongan medidas en materia de desarrollo industrial, pesquero, marítimo y consideraciones en relación a Antártida, Malvinas y el corredor bioceanico, que concurran a fortalecer los intereses económicos y geopolíticos de la provincia.
(*) Dr. Luis Moreno, legislador del ex Territorio, ex funcionario provincial y reconocido economista.
Autor de los libros “Los tiempos de Tierra del Fuego”; “la deuda de Tierra del Fuego”; “invertir en Tierra del Fuego”; “Como salir de la crisis” y ensayos económicos vinculados a la región “El desafío de la Patagonia”, “Nueva Constitución y desarrollo regional”, entre otros.