Este 11 de febrero se cumple 1 año desde la desaparición de María Elsa Contrera Navarro de 69 años, en ese entonces. La mujer se encontraba junto a quien era su pareja, marisqueando en el paraje Punta María ubicado a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de Río Grande, cuando, sin dejar rastro alguno, desapareció. La justicia abrió una investigación, tomó declaraciones a los familiares, allegados y por supuesto, a la última persona que la vio. A pesar de ello, hasta este momento, no se logró dar con el paradero de Elsa.
Río Grande.- La desaparición de María Elsa Contrera Navarro de 69 años ocurrió hace 1 año atrás en la zona de Punta María, a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de Río Grande.
La mujer, junto a su pareja, habían aprovechado el día para ir al sector a marisquear, una práctica habitual de los habitantes de la zona.
Según el relato de las autoridades judiciales y también de la propia hija de Elsa, Melisa Arismendi, la última vez que se la vio fue alrededor de las 17 horas de ese 11 de febrero. La joven planteó algunas dudas sobre la relación que mantenía su madre con la pareja, incluso aseguró que habrían existido algunas situaciones de violencia.
La investigación finalmente recayó en el Juzgado de Instrucción del Dr. Raúl Sahade, bajo el número N° 43876/2024. En ese marco, se han realizado varios rastrillajes en el sector costero, inclusive hasta el sector de cabo San Pablo, sin poder dar con rastros de la mujer.
Existió una pequeña esperanza, cuando se logró dar con un guante de color rosa, sin embargo, los peritajes no arrojaron mayores resultados.
Por su parte, la hija de Elsa, Melisa, había indicado en las primeras declaraciones a los medios de comunicación que los elementos personales de su mamá, como el celular y la cartera, habían quedado en la camioneta en la que se habían movilizado, y que lo que más le preocupaba era que su madre era hipertensa y diabética.
Actualmente, la investigación sigue su curso, sin grandes medidas judiciales y sin personas imputadas.
Desde la justicia aseguran que “no hay indicios de criminalidad”, mientras que la ausencia de María Elsa Contrera, solo pesa en su grupo familiar.
