Barajar y dar de nuevo: la clínica San Jorge da de baja el contrato

El titular de la clínica San Jorge, Dr. Carlos Sánchez Posleman, informó que ya fue notificada la OSEF de la decisión de dar de baja el contrato. Aclaró que no se han cortado los servicios, más allá de una deuda que ronda los seis mil millones de pesos. El contrato se va a renegociar “porque no se cumple como estaba pautado”, afirmó. También aportó una hoja de ruta para rescatar a la obra social estatal, que pasa por el aumento de aportes y contribuciones, por la implementación de un plan de adherentes, “porque hay mucha gente que no puede pagar una prepaga pero sí puede pagar un aporte no tan bajo como el 3%”. Un tercer punto se refiere a “la lapicera del médico”, que prescribe muchas veces análisis que no serían necesarios, con costos adicionales para la obra social. “Hay gente que va a un médico y después va a otro, que le vuelve a repetir los estudios, porque no hay una comunicación entre los estudios que hacemos entre el público y el privado. Tenemos que integrarnos y hay que romper una cultura de años”, postuló.

Río Grande.- El Dr. Carlos Sánchez Posleman, titular de la Clínica San Jorge, informó por Radio Provincia sobre la decisión de rescindir el contrato con la OSEF, si bien no se han cortado las prestaciones pese a una deuda acumulada de “seis mil millones de pesos”.

“La deuda es constante, porque venimos cobrando meses atrasados y es muy difícil de bajar. En ningún momento se cortaron los servicios, desde el gobierno acercaron lo mínimo que yo necesitaba para pagar las obligaciones y pudimos continuar normalmente. Ahora hemos mandado una carta de rescisión de contrato con 30 días de anticipación, que sería para el 10 de marzo, y queremos renegociar el contrato, porque no se cumple como estaba pautado. Es un convenio de 2021 y las actualizaciones dependen del aumento a los empleados públicos y de los sueldos de los empleados de ATSA. Elegimos esa modalidad porque eso hacía que las partes no tuviéramos que discutir cuál es el aumento”, indicó.

“Nosotros tenemos 460 empleados y es una estructura grande, que requiere que a fin de mes se le pague a la gente. El problema de OSEF viene de arrastre y el primer inconveniente es que hay parte de los afiliados que durante su período activo llevan su aporte a un sistema prepago y una vez que se jubilan vuelven a la OSEF, con un aporte del 3%. El segundo inconveniente es la incorporación de los RUPE, que merecen una cobertura integral, pero no se fijó una fuente de financiamiento. La obra social le factura al gobierno y se ha generado una deuda importante. El tercer problema es la jubilación anticipada, que generó una masa por la cual los activos no son suficientes para mantener a los jubilados, y de hecho hubo que hacer en su momento un plan de salvataje para la caja, que entró en crisis antes que la obra social porque la gente se jubiló joven. Hoy no son tan jóvenes y empiezan con enfermedades. Esto hace imposible continuar con una cobertura del 90% en medicamentos y del 100% en los de alto costo, y una cobertura del 100% en internación. Hoy los medicamentos consumen el 66% de los recursos de la obra social y hay que hacer una ingeniería para ver cómo la financiamos”, planteó.

El Dr. Sánchez Posleman aseguró que no hay resistencia de los jubilados a aportar un poco más. “Yo he hablado con muchos jubilados que saben que si la obra social se cae, no tienen otra opción. Si un diabético quiere ir a una prepaga, la prepaga no lo va a tomar, ni hablar si tienen antecedentes oncológicos. Los tratamientos son muy caros y la obra social cubre prácticamente todo. Si el jubilado promedio gana un millón y medio, el aporte son 45 mil pesos por todo el grupo familiar. Se han incorporado las jubilaciones de arraigo y la obra social es muy generosa, da muy buenos servicios, con la cobertura que tienen los grandes prepagos, pero está desfinanciada y hay que hacer algo”, subrayó.

 

Una hoja de ruta

 

A modo de guía para desentrañar por dónde empezar a dar los pasos para rescatar a la OSEF, dijo que “las soluciones pueden ser varias, una es el aumento de los aportes y las contribuciones. Otra opción es permitir un plan de adherentes, porque hay mucha gente que no puede pagar una prepaga pero sí puede pagar un aporte no tan bajo como el 3%”.

“El problema no es pagar la deuda de la OSEF, sino equilibrar las cuentas, para no gastar todos los meses más de lo que ingresa. Tenemos que buscar la forma de aumentar los aportes y de bajar el gasto, que pasa fundamentalmente por la lapicera del médico. Por ejemplo en un pre quirúrgico no están estandarizadoa por el sistema de salud cuáles son los estudios necesarios para cada paciente y queda al libre albedrío del médico. No es lo mismo un pre quirúrgico a los 80 que a los 40 años. Hay que regular y generar el comité de tecnología, donde se decide cuáles son las conductas a seguir. Estamos utilizando muchos recursos para resultados que sabemos que no son buenos, y lo único que se hace es prolongar la agonía tres meses más”, sostuvo.

“En su momento la obra social era muy fuerte porque el nivel salarial en Tierra del Fuego era muy alto y tenía recursos importantes. Siempre el sistema de salud fue más barato antes, porque cada vez se complejiza más, hay mayor tecnología y nuevas fórmulas terapéuticas, que salen caro. La cultura del médico ha cambiado, hoy todo el mundo se hace ecografía, tomografía, y esto hay que estandarizarlo y protocolizarlo”, insistió.

“Hay que trabajar con los médicos, ver qué prescriben, qué se justifica y qué no se justifica. Esto lo tiene que hacer la obra social. Hay gente que va a un médico y después va a otro, que le vuelve a repetir los estudios, porque no hay una comunicación entre los estudios que hacemos entre el público y el privado. Tenemos que integrarnos y hay que romper una cultura de años. Nadie tiene interés en privatizar nada, tenemos interés en integrarnos. En pediatría no tenemos capacidad para dar una excelencia en internación compleja y también nos estamos quedando sin pediatras, por lo cual estamos evaluando hacer una guardia única en el hospital, con médicos del sector público y del sector privado. Estamos en conversaciones para ver cómo hacemos entre ambos sistemas para darle lo mejor a la población”, indicó sobre las conversaciones con el gobierno.

Finalmente confió en que se va a poder encontrar una salida. “Yo tengo fe en que vamos a encontrar una solución, porque tenemos una excelente obra social, competitiva con cualquier prepago, con las mismas o más prestaciones que los prepagos más renombrados de la zona. Del punto de vista económico el aporte es bajo si lo comparamos con otros sistemas de salud, y las prestaciones a los afiliados se dan permanentemente. Hay que tratar de no romper el esquema solidario, y la idea es que todos paguemos un poco más, para que cuando estemos enfermos no tengamos que pagar. Si no, vamos a un esquema de otros países de la región, donde pagan poco, tienen poco, y cuando se enferman tienen que poner la plata. La solución no es cobrarle al enfermo, sino que todos aportemos un poco más y pensemos en el futuro”, concluyó.

 

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